La bioética de los Cuidados

En una sociedad en continuo cambio es necesario reflexionar sobre los retos y oportunidades que ofrece la Bioética como disciplina global en relación con la ancianidad. Y en especial con el cuidado que las personas mayores reciben en los centros residenciales.  

La jornada organizada por Ballesol y la Cátedra de Bióetica de la Universidad Pontificia Comillas el pasado 14 de noviembre, estuvo orientada a compartir y transmitir los aspectos éticos derivados de la formación, investigación, planteamientos médicos y avances sociales relacionados con la atención que reciben las personas mayores.

Agustín Domingo, Director de la UIMP Valencia, centró su ponencia, “El arte de cuidar”, en reconocer que  “necesitamos organizar los cuidados pensando que no es una técnica,  sino que tiene mucho de arte”.  Una visión realista sobre una bioética del cuidado muy relacionada con el futuro de nuestras sociedades, “y que quedará determinada por cuidar los unos de los otros”.

La reflexión que compartió Antonio Martínez Maroto, Doctor en Derecho y Gerontólogo, con los más de 150 asistentes a esta Jornada, hizo visibles los modelos de envejecimiento activo actuales. Partiendo de unos principios que los años han modulado hasta una situación presente en la que “las personas mayores son menos pasivas, no permiten que se las trate de determinada manera” y reconociendo una certeza: “que tener más edad es una circunstancia que adorna a las personas, no siendo esencial”. Por eso, concluyó, el envejecimiento activo se puede hacer siempre y a cualquier edad. Sin olvidar que “la mejor edad es la que tú tienes”.

Maltrato a las personas mayores

La problemática del maltrato a las personas mayores, los factores que lo provocan, las maneras de prevenir, diagnosticar y atender los abusos en la ancianidad, fue la aportación con la que participó en esta Jornada, María Jesús del Yerro, Psiquiatra y Vocal de la Comisión de Deontología de ICOMEM. Entre los factores que pueden provocar los malos tratos, destacó “aquellos que pueden tener que ver con el propio anciano, con las personas que les cuidan, con la institución en la que se producen y factores que tienen que ver con toda la sociedad y los diseños que hacemos de leyes y otros ordenamientos”.  En un horizonte de controversia, discriminación y aumento de estas situaciones, Del Yerro, compartió esta reflexión: “Es una realidad que está infradiagnosticada y con un cierto pesimismo en el sentido de pensar que no hay recursos ni herramientas”

“Cuidar la dignidad” fue el tema desarrollado por Rafael Amo, Director de la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia  Comillas. Un planteamiento en el que exploró el decálogo del modelo del psiquiatra Harvey Chochinov basado en la actitud, comportamiento, compasión y diálogo. Desde el plano más práctico señaló que “el residente va a saber que es digno porque yo voy a trabajar con dignidad. Si no conozco a quien trato no puedo tratarlo con compasión”, explicó para recordar que debemos de tratar a los demás como desearíamos que nos trataran.

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El debate de la Eutanasia 

¿Qué problemas éticos podemos encontrarnos al final de la vida? la pregunta con la que comenzó su ponencia Javier de la Torre, profesor de Bioética y Teología Moral en la Universidad Pontificia Comillas sirvió de preámbulo para su exposición, sustentada en resolver y aclarar conflictos éticos y morales. Pero siempre desde una actitud que no abandone a nuestros mayores. El problema de la Eutanasia es mucho más que un debate incorporado en la sociedad. Por eso planteó la cuestión de mejorar los cuidados paliativos o aprobar una ley de Eutanasia. “Buenos cuidados paliativos disminuyen las peticiones…” adelantó para asegurar que “no hay formación en cuidados paliativos ni en tratamientos del dolor. Necesitamos que estos sean de calidad, mejores médicos, más alternativas”. Y muy importante. Saber que los mayores nunca serán una carga. “Es necesario disponer de residencias de calidad donde morir con dignidad”, trasladó como mensaje.

La intervención de María Ángeles Ceballos, Doctora Responsable del registro de IIPP de la Comunidad de Madrid, sobre  el cumplimiento de unas instrucciones previas sobre unos derechos y garantías de las personas en el proceso de morir, acercó a los asistentes la utilidad de este documento, “destinado a dejar expresada la voluntad de una persona ante la posibilidad, lejana o próxima, de padecer una enfermedad discapacitante, terminal o degenerativa o desarrollar una demencia”, entre otros supuestos. Para los profesionales que se encuentren en estos supuestos, aconsejó que “si el paciente está en el proceso de morir y en situación de incapacidad, el equipo asistencial deberá consultar el Registro de Instrucciones Previas dejando constancia en la historia clínica”, finalizó.

La última intervención de la Jornada celebrada por Ballesol y la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas, puso de relieve la importancia de unos cuidados intergeneracionales. Y la evidencia de que el aumento de la esperanza de vida hará que aumenten los cuidados y la necesidad del autocuidado. Trasladó como principio inicial en su ponencia, Sacramento Pinazo, Doctora en Psicología y Licenciada en Pedagogía. Esta perspectiva poblacional genera una serie de desafíos que hay que abordar: necesitamos del apego, del cariño, la atención y la dependencia de otros, sobre todo al principio y al final de nuestras vidas. “Los adultos mayores necesitan sentirse necesitados conforme avanzan en edad”, subrayó durante su intervención antes de explicar la importancia de juntar generaciones. “Los programas intergeneracionales son una vía, un modelo para el envejecimiento activo”. Y enumeró algunos de los condicionantes que determinan la calidad de la relación como son: la frecuencia del contacto abuelos y nietos, la relación cercana, la percepción del abuelo/a como cuidador y maestro, fuente de adquisición de conocimientos, destrezas y habilidades.

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