teatro la vida vivida

La vida vivida y por vivir

La vida vivida y por vivir

Un proyecto único producido por el Museo Universidad de Navarra. ‘La vida vivida y por vivir’ es un proyecto teatral en el que las personas mayores se representan en la sociedad actual y abordan juntos los sentimientos y trascendencia del tiempo vivido en este último año, desde la madurez que concede la edad. ¿Qué está pasando con «los mayores»? ¿Qué es más importante: la vida vivida o la vida por vivir?

Hablamos con Nuria Garro, quien ha colaborado desde el asesoramiento psicopedagógico y gerontológico, para conocer de primera mano el trasfondo de esta obra de teatro.

Una obra de teatro que cuenta en su equipo con una Pedagoga tiene un gran potencial para transmitir mensajes a su audiencia, ¿cuál ha sido tu papel y cómo asumiste esa responsabilidad?

Cuando llegó a mis oídos este proyecto, me pareció desde el inicio que se me presentaba la oportunidad de participar en algo muy potente: por la naturaleza del proyecto y el momento en el que nacía, por la arriesgada apuesta de llevar a escena a personas mayores sin experiencia en teatro y la posibilidad de lanzar a la sociedad mensajes de profundo calado. Y no me equivoqué. Me uní al equipo científico en octubre de 2020, cuando el Museo de la Universidad de Navarra solicitó colaboración a la Facultad de Educación y Psicología para trabajar junto con el equipo artístico en el proceso creativo. Entre octubre y marzo participé en el casting y selección de actores y actrices, en la redacción inicial del libreto y en el desarrollo de los ensayos. Para mí fue una responsabilidad que me tomé muy en serio, por la trascendencia del proyecto, los mensajes que podían llegar al público y porque en todo momento trabajábamos con lo más intimo de cada una de las personas mayores: sus vivencias, sus recuerdos, sus sentimientos y emociones. Fue un proceso de trabajo con alta carga emocional que los directores artísticos supieron gestionar perfectamente, con enorme sensibilidad y profesionalidad. El resultado está ahí: un producto artístico, teatral y humano muy cuidado en los detalles.

Hablamos de 12 personas mayores que subieron a escena por primera vez en su vida, en casi todos los casos, ¿de quién surgió esta idea y cómo se llevó a cabo ese proceso de selección?

José Manuel Garrido fue quien en pleno confinamiento tuvo la idea de crear un producto teatral en el que los protagonistas fueran los mayores, dada la situación dramática de aislamiento y discriminación que estaban viviendo. Y que viven. Junto con Teresa Lasheras (directora de artes escénicas y música del Museo Universidad de Navarra) y Tomás Muñoz (director artístico del proyecto), comenzaron a dar forma a “La Vida Vivida y la Vida por vivir”. Poco después se unió Pepe Galera (adjunto a dirección) y otros artistas y científicos colaboradores. Entre enero y febrero de este año se inició el casting al que se presentaron más de 20 personas, mayores de 65 años, todas procedentes de Navarra. Finalmente fueron 12 las seleccionadas después de 4 días intensivos de trabajo teatral en los que se valoraron diferentes aspectos que tenían que ver con su perfil psicológico y experiencias personales, el testimonio que transmitían, su manera de presentarse al público e interactuar sobre el escenario y sus habilidades dramatúrgicas manifestadas.

Según tengo entendido, al inicio del proyecto el título elegido era “La vida vivida”, lo de “por vivir” llegó después. ¿A qué se debió este cambio?

El equipo artístico tenía claro que el objetivo de este proyecto era presentar a las personas mayores a la sociedad sin máscaras, sin etiquetas, ni prejuicios. Queríamos que ellos mismos contaran lo que consideraban más importante de su vida, más identitario y ahondar en su experiencia personal en el transcurso de la pandemia y el confinamiento. En una de las reuniones de trabajo del equipo artístico y el equipo científico reflexionamos sobre la necesidad de no mirar únicamente al pasado, a la vida vivida, pues podíamos contribuir involuntariamente a la idea de que las personas mayores tienen un futuro incierto marcado por la vulnerabilidad en el que poco pueden aportar a sociedad. Desde ese momento abrimos esa mirada al futuro de los mayores, como personas y como ciudadanos que todavía tienen mucho por vivir, por hacer y por decir. Quisimos mostrar la diversidad de “las vejeces”. Y así lo transmitieron ellos mismos a través de sus testimonios y en la propia obra teatral.

¿Así que podríamos decir que esta obra de teatro ha pretendido, de alguna manera, denunciar ese edadismo del que son víctimas las personas mayores?

Totalmente. El edadismo, o la discriminación por motivo de edad, está presente en todos los ámbitos de nuestra vida. Lo ha denunciado una vez más la OMS en el Informe Mundial sobre el Edadismo que ha publicado en 2021. Por eso, es fundamental crear oportunidades para que las personas mayores hablen por sí mismas, mostrándose sin tapujos y dirigiéndose directamente a un público que les está escuchando. Nuestra sociedad es estructuralmente edadista y el arte en este caso abre un sinfín de posibilidades para desmontar estereotipos y prejuicios que llevan a discriminar a las personas mayores y en muchos casos pueden desembocar en diversas formas de maltrato.

¿Por qué un grupo de personas mayores, sin experiencia previa en teatro, siente la necesidad de subir a un escenario para contar su experiencia?

Quizás porque, como te comentaba, no han encontrado ningún otro escenario social en el que se les haya dado voz ni presencia. O porque su presencia está la mayoría de las veces ligada a vulnerabilidad, enfermedad, dependencia y, en general, ideas negativas.

Recientemente leía en un artículo científico que “el arte es una forma de expresión simbólica de situaciones que no pueden ser manifestadas por medio de otros tipos de lenguaje, desarrollando un papel de transformación y denuncia social, sirviendo como forma de resistencia, reparación y memoria”.

¿Podríamos decir entonces que “La vida vivida y por vivir” representa, de algún modo, una forma de resistencia?

Podría verse así, sí. Se resisten a ser discriminados, invisibilizados, etiquetados, ignorados. Este grupo de actores y actrices lo repetía continuamente a lo largo de los ensayos y así lo transmitió al público que asistió al estreno. Como sociedad deberíamos preguntarnos qué lleva a estas personas mayores a querer subir a un escenario, por primera vez en su vida y sin experiencia previa, para contar su verdad. Pienso sinceramente que iniciativas como estas deberían llegar a un público mucho más amplio, de todas las edades.

La obra de teatro se representó en el Museo Universidad de Navarra el 24 y 25 de abril con aforo completo y un éxito rotundo, ¿hay intención de llevarla nuevamente a los escenarios?

La verdad es que el resultado artístico fue enormemente satisfactorio: para los propios actores y actrices, para el equipo artístico, por supuesto, para el equipo científico, y además para las familias del elenco y para el público general. Ver a todo el público en pie ambos días al finalizar la obra fue emocionante y muy gratificante. Por lo que sé, se está valorando la posibilidad de representar nuevamente la obra en otros escenarios. Por el momento, todo aquel que quiera ver la obra de teatro completa la encontrará en la imagen de este artículo. Solo debe darle al play para disfrutar de ella. Muy recomendable para todos los públicos.

 

ELENCO:

Vicente Apezteguía, Maite Baynes, Ivonne Baptista, Isabel Cabanellas, Antonio Eslava, Jesús Hernández Aristu, Maite Montes, Maite Oreja, Ramón Poza, Francisco Javier Salvo, Teresa Zarzoso.

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA:

Idea : José Manuel Garrido

Dirección: Tomás Muñóz

Adjunto a la Dirección: Pepe Galera

Dramaturgia: José Manuel Garrido, Tomás Muñóz y Pepe Galera

Coreografía : Dani Pannullo

Diseño de iluminación : Tomás Muñóz

Selección musical: Tomás Muñóz y Pepe Galera

Audiovisual: David Bernués, Acrónica

Asesoramiento psicopedagógico y gerontológico: Nuria Garro

Asesoramiento filosófico: Ibis Albizu

Coordinación técnica: Vicente Briñas

Producción Ejecutiva: Teresa Lasheras

Nuria Garro

Doctora Internacional en Educación, Directora de Calidad en IDEA y miembro del Grupo de Investigación VOICES (Voces de Innovación y Creatividad en la Educación y la Sociedad) de la Universidad de Navarra.