asma doctora Sara Fernández

El asma supone un grave problema para la salud pública española

 

El asma supone un grave problema para la salud pública española, ya que afecta a un notable porcentaje de la  sociedad y cuenta con una prevalencia que está en aumento a causa de diversos factores. Con motivo del Día  Mundial del Asma, Tunstall ha entrevistado a la coordinadora de la Unidad de Excelencia de Asma de Difícil  Control en el Hospital Río Hortega, Sara Fernández, quien avisa de la importancia de dotar al sistema sanitario  de los recursos suficientes y las herramientas adecuadas para poder controlar y prevenir esta enfermedad, la  cual, además, no está monitorizada en el caso de muchas personas que la padecen. Para la doctora Fernández,  una de las herramientas que permite hacerlo es la salud digital y todas las herramientas que ofrece, con las  cuales es posible telemonitorizar a los y las pacientes asmáticos/as, mejorando así su adherencia al tratamiento  y previniendo un empeoramiento de su estado. 

La doctora Sara Fernández

Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid con sobresaliente cum laude, Sara Fernández cuenta con una extensa experiencia, tanto en el Hospital Río Hortega, llevando la consulta monográfica del asma de difícil control, como en la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), de la cual es miembro de su comité de alergia infantil. Su profesionalidad, además, ha quedado acreditada con la recepción del premio IESE Novartis 2021 a la excelencia operativa en gestión sanitaria. También su Unidad de Excelencia de Asma deDifícil Control fue galardonada en los premios BIC a la excelencia 2020. Todo ello hace que la doctora Fernández apueste decididamente por las herramientas de salud digital para lograr un objetivo que también se ha marcado la Iniciativa Global para el Asma (GINA) con su lema para este año 2023: Atención del asma para todos

¿Puede ser el asma un problema sanitario aún más grave en la era digital?  

En España, el asma afecta aproximadamente a 2,5 millones de personas. Esto supone acerca del 10 % de  adultos/as, el mismo porcentaje para los niños y niñas de entre 6 y 7 años, y hasta de un 15 % entre los y las  adolescentes de 13 y 14 años. De todos ellos, más de la mitad no tienen controlado su asma, teniendo que acudir  a centros de urgencias e ingresando en numerosas ocasiones. Cada vez encontramos más prevalencia del asma,  probablemente por un aumento de la contaminación ambiental, y porque cada vez llueve menos, limpiándose  menos el ambiente. Además, los niños que nacen en países industrializados tienen un sistema inmunitario que  no se ha expuesto a ciertos alérgenos. Incluso muchos han nacido en época de la COVID, por lo que han estado  gran parte de su vida con mascarilla. Ahora que se han dejado de usar las mascarillas, se ha visto un incremento  de las infecciones respiratorias, fundamentalmente porque no estaban expuestos a este tipo de alérgenos. En  este sentido, me gustaría transmitir para el Día Mundial del Asma la importancia de llevar a cabo una buena adhesión al tratamiento inhalado, porque esto lleva a controlar mejor a los y las pacientes y que estos/as no  caigan enfermos/as. 

Más allá del control de la enfermedad, ¿qué otros beneficios aportan las herramientas de telemedicina a los  pacientes con asma en contraposición a la atención presencial? 

Las herramientas de telemedicina son muy efectivas para la adhesión, ya que recuerdan a los y las pacientes que  tienen que hacer el tratamiento inhalado todos los días, y eso lleva a que estén mejor controlados/as. Además,  estas herramientas también permiten que puedan estar más cerca de nosotros/as [los y las profesionales  sanitarios] y mandarnos mensajes sobre dudas que tengan sobre la medicación. Muchas veces, las personas que  tenemos en la unidad de asma grave necesitan algo más que el tratamiento inhalador para que puedan ser  controlados adecuadamente, como los corticoides sistémicos (fármacos antiinflamatorios). Se trata, pues, de pacientes que frecuentemente acuden a urgencias. En este sentido, la telemonitorización domiciliaria les da  mucha tranquilidad porque saben que van a estar bien controlados/as, cerca de nosotros, que estamos detrás de ellos y ellas viendo el pico flujo y sus respuestas en los cuestionarios. 

¿Podemos decir, entonces, que se trata también de un nuevo sistema de comunicación entre profesionales y  pacientes? 

Efectivamente. Nos intercambiamos mensajes a través de la plataforma. Por ejemplo, cuando baja el pico flujo,  muchas veces les llamamos por teléfono o a través de la App les enviamos un mensaje para ver si están bien. A  través de la plataforma se consultan y responden los mensajes de los y las pacientes y se escoge el triaje de datos.  

¿Cuáles son los inconvenientes para que estos sistemas no se estén aplicando ya en todo el país? 

Yo, particularmente, soy muy partidaria de la telemonitorización, porque la he probado y sé bien que funciona.  Pero hay gente que es un poco más reticente, posiblemente porque piensa que tener a los y las pacientes  monitorizados puede suponer más carga de trabajo, aunque realmente es al revés, ya que es una herramienta  que te ayuda en tu trabajo diario, por ejemplo, teniendo todos los días el pico flujo de los y las pacientes y sus  respuestas en los cuestionarios. Cuando el o la paciente llega a la revisión, tienes muchísimos más datos que si  ese paciente no estuviese telemonitorizado. Puede que también exista el miedo de que hay que estar todo el  día pegados a la pantalla y de que quitará tiempo para ver a los y las pacientes, pero luego, cuando lo pruebas,  ves que es una ayuda. También es cierto que muchas veces es difícil conseguir financiación, aunque en nuestro  caso hemos tenido mucha suerte, y eso nos ha permitido tener este programa.  

Es decir, que a la larga este tipo de herramientas suponen una menor carga de trabajo.

Exacto, te facilitan el trabajo. Al principio, la gente no lo ve, porque piensa que el hecho de que las personas te  manden todos los días los datos va a suponer que estés pegado todo el rato a la pantalla. Y no es así. La  plataforma hace el triaje muy bien. Ves claramente qué pacientes van bien, y no te cuesta nada identificarlo. A  los que van mal sí que tienes que prestarles más atención, pero tienes muchos más datos que en el caso de que no tuvieras el programa de la telemonitorización. A mí, por ejemplo, me sirve muchísimo a la hora de llevar el  programa de asma grave; me ahorra tiempo, porque los cuestionarios están hechos y cuando vienen los  pacientes dispongo de muchos más datos para tratarlos. Así pues, los y las pacientes no tienen que venir tantas  veces y eso es muy importante en Castilla y León, ya que muchos viven alejados del hospital. Todo esto hace  que se reduzca el número de veces que acuden al hospital en general. Hay que señalar que la pandemia ha  ayudado a impulsar todo esto, porque antes lo de telemonitorizar en casa no se contemplaba. Pero después, a  la gente le ha dado más miedo venir y a algunos/as pacientes convenía controlarlos desde casa, por lo que los  sistemas de telemonitorización se han puesto en auge. 

¿Sería viable reproducir lo que hacéis en el Hospital Río Hortega en todo el sistema sanitario de España? 

Pienso que sí que es interesante extenderlo por todo el sistema sanitario de España porque ayuda a controlar  a la gente que puede estar lejos del hospital. Y, como se ha mencionado, sirve para tener mejor controlados  a los y las pacientes, y que estén mejor comunicados con el equipo de profesionales. Hay que pensar que  muchos de estos pacientes tienen bastante mala calidad de vida. Saber que tendrás a alguien a quien poder  acudir si te pones malo es un alivio para estos pacientes, los cuales, además, están cansados de haber de ingresar  en el hospital y de ir a Urgencias. De hecho, es algo que nos han dicho todos nuestros/as pacientes en la encuesta  que les hemos pasado. Sí que es verdad que, con el paso de tiempo, muchos se han ido olvidando de la  adherencia, pero cuando les toca consulta nosotros lo reforzamos recordándoles que tienen que poner los datos  en la plataforma. Y, gracias a esto, hemos detectado que muchos puede que no rellenen la plataforma, pero  tampoco hacen el inhalador. En el caso del asma, que la adhesión al tratamiento es tan importante, este tipo de  herramientas ayudan mucho en este sentido. Así que sería muy bueno reproducir un programa como este en  más sitios. 

¿Es viable económicamente llevar a cabo esta extensión? 

Creo que a nivel económico es algo que interesa porque permite ahorrar recursos. Por ejemplo, este tipo de  programas permite poder espaciar más los tratamientos biológicos cuando ves que la persona está bien  controlada, cosa que supone un ahorro. Por otra parte, evitar que el paciente no acuda a Urgencias supone una  visita menos, que son recursos que también te ahorras. Ni que decir tiene si ese paciente tiene que terminar  hospitalizado o ingresado en una UVI (Unidad de Vigilancia Intensiva). Todas estas cosas suponen un ahorro.

Al  final, echando cuentas, aunque se pague un determinado dinero para implantar un programa de telemonitorización como este, te sale mucho más rentable porque el/la paciente va a ir menos a Urgencias, va  a ingresar menos veces, etc. En el estudio observacional que hicimos en el Hospital Río Hortega (premio Novartis  2021), vimos que el control de los asmáticos había pasado de ser de un 40 % a un 80 %. En cuanto al costo efectividad, que se había medido respecto al costo-efectividad incremental, fue aproximadamente de 6.600  euros por cada paciente controlado a los 12 meses de seguimiento, dando un balance costo-efectividad  favorable. Todo esto nos lleva a decir que realmente merece la pena. 

¿Consideras que el sistema sanitario debería prestar más atención o recursos al asma? 

Absolutamente. Hay que tener en cuenta que es una enfermedad de la cual está aumentando la prevalencia y  cuyo paciente se puede controlar con un corticoide inhalado, evitando pasar a más tratamiento si se intensifica  la adhesión. Los recursos tendrían que ir orientados a la educación del paciente asmático, para poder controlar  así su tratamiento y enfermedad, y evitar que empeore y necesite más recursos. 

¿Las soluciones de salud digital son igual de eficaces y beneficiosas para los niños y niñas? 

Nosotros en la plataforma tenemos metidos a muchos niños. Depende de la edad, pero, por ejemplo, tenemos a un niño de ocho años, y aunque no tiene móvil, coge el de su madre y lo hace todas las mañanas. Es uno de  los que mejor hace el proceso. No se le olvida porque ya lo tiene interiorizado: se levanta, se da el inhalador,  coge el móvil de su madre y, mientras está desayunando, pone los datos en la plataforma. Lo hace divinamente.  Así dice que no se le olvida el inhalador. En la era digital, los niños cada vez manejan mejor todo esto porque  aprenden a usar un móvil antes que cualquier otra cosa. Además, la App es tan fácil de usar que un niño de esta  edad puede contestar lo que pide la plataforma perfectamente. Los que peor lo hacen en general son los  adolescentes, porque se les olvida hacerlo y se les olvida el inhalador, cosa que queda reflejada claramente en  la plataforma. Este es otro ejemplo de que este tipo de herramientas nos permiten comprobar la adherencia de  los y las pacientes.