Este último verano, la Residencia y Centro de Día Jardins de Corbera hizo efectivo su cambio de nombre para certificar la nueva etapa iniciada el noviembre del 2019 con la entrada de VIMA Residencial como entidad gestora del centro. Desde entonces, se han realizado varias reformas y se sigue trabajando para reforzar el equipo profesional hacia el trato personalizado a las personas usuarias (según el modelo de Atención Centrada en la Persona) y en paralelo con la línea de todos los centros VIMA.
Jardins de Corbera cuenta con más de 1.600 m² distribuidos en dos plantas y ofrece un total de 64 plazas de residente y 25 de centro de día. Uno de los puntos fuertes del centro es su entorno, que ha sido clave a la hora de escoger el nuevo nombre, puesto que cuenta con más de 4.000 m² de jardines y terrazas, con pistas de petanca, frontón y zona de pinos.
Este cambio de nombre oficial coincide con la visita al centro que realizaron el pasado viernes la alcaldesa de Corbera de Llobregat, Montserrat Febrero y Arturo Martínez Laporta (Áreas de Bienestar Social, Gente Mayor y Deportes). Durante su visita, fueron acompañados por Tania Huertas, directora de la residencia y Jordi Vilardell, director general de VIMA Residencial. Febrero y Martínez Laporta visitaron las instalaciones y pudieron conocer las mejoras que se están realizando y los proyectos que se pondrán en marcha en los próximos meses.
Entre estos proyectos y novedades, Tania Huertas destacó que “nuestro objetivo es potenciar la relación con el entorno. Con este propósito hemos adquirido una furgoneta propia que facilitará los desplazamientos de las personas usuarias al pueblo de Corbera, para hacer actividades con otras entidades, talleres, piscina… y que será además un punto clave para reforzar nuestro centro de día”.
Huertas también hizo énfasis en la apuesta por “la innovación y la mejora de los servicios que ofrecemos a las personas residentes a través de actividades como las gafas 3D; la formación de los profesionales en trastornos de conducta (que nos permitirá proporcionar una atención más ajustada a las necesidades de personas que conviven con demencia), así como la creación de la ERESS (Espacio de Reflexión Ética en Servicios Sociales) o la formación en el Modelo Libera Care, puesto que, en un futuro, esperamos poder ser un centro sin contenciones”.
