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Derechos de las personas mayores durante la pandemia de Covid-19

A pesar del impacto desproporcionado de la Covid-19 en las personas mayores, rara vez se ha escuchado su voz. Por ello, HelpAge International ha realizado el informe «Trato desigual. Lo que dicen las personas mayores sobre sus derechos durante la pandemia de Covid-19», en el que han participado 101 personas de 50 a 96 años de diez países, entre los que se encuentra España. 

El informe llega a varias conclusiones: ha existido discriminación por motivos de edad durante la gestión de la pandemia por covid-19, los servicios públicos no han llegado a todas las personas, hay lagunas en la comprensión sobre los derechos de las personas mayores y una Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas Mayores podría tener grandes beneficios. 

 La salud y las vidas de las personas mayores han corrido particular riesgo por el COVID-19. También se les han negado sus derechos. Muchos gobiernos han introducido restricciones a la movilidad con base específicamente en la edad avanzada, negando a las personas mayores su derecho al acceso igualitario a sustentos, cuidado y apoyo, pensiones y tratamientos para otros problemas de salud. Se ha utilizado la edad para negar a las personas mayores el acceso igualitario a recursos médicos escasos, como ventiladores, para tratar el COVID-19. Los derechos de las personas mayores en las residencias do se han tratado con indiferencia, lo que ha resultado en cifras catastróficas de muertes. 

El informe Trato desigual recopila respuestas de una consulta a personas mayores en diez países – Argentina, Canadá, República Dominicana, Jordania, Kenia, Kirguistán, Pakistán, Filipinas, Ruanda y España – sobre su experiencia de sus derechos durante la pandemia de COVID-19. Estos países representan una muestra de corte transversal de países de bajos a altos ingresos. La consulta se realizó en octubre de 2020 y fue llevada a cabo por HelpAge International y miembros de la red global (entre los que se encuentra HelpAge España) y han participado 101 personas (63 mujeres y 38 hombres) de 50 a 96 años. 

Este informe explora los temas que surgieron a través de entrevistas personales en profundidad y presenta las voces individuales de las personas mayores entrevistadas, voces que, a pesar del impacto desproporcionado de la Covid-19 en las personas mayores, casi no se han escuchado en la toma de decisiones sobre la pandemia. No representa los puntos de vista ni las experiencias de todas las personas mayores, ni saca conclusiones sobre el impacto de las respuestas de salud pública en las personas mayores con base en género, discapacidad u otras identidades, para lo que sería necesario realizar una investigación más profunda. 

Lo que muestran las respuestas es que los derechos de las personas mayores han sufrido un fuerte impacto debido a las medidas adoptadas como respuesta a la pandemia, tanto por las restricciones basadas en la edad y que son discriminatorias hacia las personas mayores, como por las restricciones destinadas a toda la población. Conocer a las personas adecuadas o tener acceso a ciertos recursos ha permitido a algunas personas mayores gozar de sus derechos más que a otras, mientras que algunas han visto su bienestar seriamente perjudicado debido al aislamiento que se les ha impuesto. Las respuestas también destierran los estereotipos y creencias basados en la edad sobre la incapacidad de las personas mayores a adaptarse, su falta de resiliencia y su resistencia a nuevas formas de hacer las cosas. 

¿Qué dicen las personas mayores en España? 

Las respuestas del gobierno ante la pandemia no han tratado a todas las personas mayores de manera justa y equitativa. Además de un confinamiento nacional, el gobierno introdujo restricciones específicas que afectaron de forma desigual a las personas mayores, especialmente durante la desescalada tras la primera ola: 

  • Las personas mayores de 70 años pudieron salir a hacer ejercicio durante un tiempo menor que otros grupos de edad. 
  • Restricciones a visitantes en residencias de personas mayores. 

Tal y como han expresado algunas de las personas entrevistadas en España, la pandemia ha expuesto la insuficiencia de muchos servicios públicos, así como la inequidad del acceso a los mismos. Las personas entrevistadas que han necesitado acceder a servicios públicos durante los primeros meses de la pandemia, afirmaron que habían disminuido la calidad, especialmente, los servicios de atención médica, donde se han experimentado retrasos en las revisiones médicas y consultas. 

Varias personas expresaron la necesidad de realizar cambios en el sistema de cuidados: 

«Creo que tenemos que proporcionar más servicios públicos y todos deberían funcionar mejor. No sé si esto se puede lograr o si es una ilusión. Deberíamos tener mejor atención médica y servicios sociales, y otro tipo de cuidados en el hogar. Esto nos daría esperanza. Podríamos vivir el tiempo que nos queda en mejores condiciones.» – Mujer de 76 años, vive sola en un área urbana. 

«Nadie cuestiona que este anticuado modelo de cuidado debería desaparecer o cambiarse por completo. Este tema solo parece discutirse muy a la ligera en este momento. Necesitamos un debate abierto al respecto. Por ejemplo, se habla mucho sobre una gestión público-privada. No digo que sea bueno o malo, pero los resultados no son los más beneficiosos. Verán que muchos de los hogares de cuidado dependen de grandes compañías que hacen negocio con esto.» – Mujer de 68 años, vive con su marido en un área urbana. 

Por otro lado, las entrevistas realizadas en España muestran que las personas mayores entienden sus derechos de formas muy diferentes y tienen diferentes niveles de conocimiento sobre ellos. Algunas tienen vacíos importantes, mientras que otras tienen un gran conocimiento sobre sus derechos y son conscientes de la discriminación por edad que existe en la sociedad. 

Algunos participantes dijeron que garantizar los derechos dentro de la ley marcaría una diferencia positiva en sus vidas: 

«Creo que si hubiera legislación específica que garantizara los derechos de las personas mayores, esto podría mejorar su calidad de vida, en especial porque ayudaría a generar conciencia. Esto es absolutamente necesario. Si no se habla de algo, si no hay conocimiento sobre ello, poco va a cambiar.» – Mujer de 68 años, vive con su marido en un área urbana. 

¿Qué lograría una convención? 

Los derechos de las personas mayores se discutirán en el Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre el Envejecimiento de Naciones Unidas, cuya siguiente sesión está prevista en marzo-abril de 2021. Este informe busca ofrecer información para las discusiones que se llevarán a cabo en la próxima sesión y en las futuras. Las primeras cuatro secciones presentan las respuestas de las personas mayores a un conjunto de preguntas sobre derechos humanos. La quinta sección se basa en las experiencias y leyes existentes de derechos humanos para sugerir la diferencia que podría marcar una convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores. 

Además, HelpAge International también ha lanzado la campaña #ItsAboutRights (Se trata de derechos) para concienciar de la necesidad Convención Internacional sobre los Derechos de las 

Personas Mayores. A través de una serie de vídeos y mensajes sencillos se pretende explicar de forma clara por qué necesitamos una base legal a nivel internacional para garantizar que se cumplan los derechos de las personas mayores. Esta campaña está respaldada por el informe “Trato desigual. Lo que dicen las personas mayores sobre sus derechos durante la pandemia de Covid-19”, así como otras investigaciones que ha llevado a cabo HelpAge International, como el informe “Si no es ahora, ¿cuándo”, que muestra cómo las necesidades más básicas de las personas mayores se ignoran en las respuestas a las crisis humanitarias. 

Una Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores conseguiría: 

  1. Ser una base sólida para una sociedad más justa. Ayudaría a garantizar que todas las personas mayores en todas partes sean tratadas de manera más justa y equitativa. 
  2. Resultar en mejores servicios para todas las personas. Ayudaría a asegurar que los gobiernos, el sector privado y otros diseñen y presten servicios que respeten los derechos de las personas mayores. 
  3. Ser una guía clara. Sería el lugar al cual acudir para obtener orientación sobre cuáles son los derechos de las personas mayores y cómo respetarlos. 
  4. Ser un motor de cambio. Pondría en marcha una cadena de eventos que mejorarían la vida de las personas mayores.