No, el amor no es ciego 🌸

El amor es mágico y real como esta historia con la que nos hemos vuelto a enamorar. Esta bonita historia tiene por escenario Japón y dos protagonistas muy mayores. Todo lo que nos gusta.

Toshiyuki y Yasuko Kuroki han estado casados ​​durante 30 años, trabajando con un rebaño de 60 vacas en una granja lechera en Japón. Yasuko quedó ciego por complicaciones debido a la diabetes y aquí es cuando surge «la noticia».

Ella comenzó a retirarse de la vida, ya no hablaba con la gente y se encerraba en su casa. Un día, Toshiyuki descubrí una flor silvestre llamada shibazakura, brillante de color fucsia, que crecía en la granja.

Sabía que su esposa no podía disfrutar mirándola, pero luego pensó en su poderosa fragancia y surgió la idea de plantarla por todo su prado, transformando su lechería en un impresionante jardín de flores gigante. Tanto que se ha convertido en un lugar de peregrinaje para cientos de turistas cautivados por la belleza del paisaje y sus adorables protagonistas.

A resultas de esto, su esposa recuperó las ganas de vivir. Hoy es el museo de las flores y el escenario de una bonita de longevidad y de amor. Cada marzo y abril, cuando florece la shibazakura, 7,000 turistas vienen a visitar, a oler la fragancia, a ver el manto rosado y a ver a una pareja que ahora tiene entre 70 y 80 años, caminando por un jardín construido por el amor.

«A fin de cuentas. Nuevo cuaderno de la vejez»