4 años de nómadas con Airbnb

Desde julio de 2013, los jubilados Michael (71) y Debbie Campbell (61) han vivido en cientos de casas diferentes en todo el mundo, todas reservadas a través del servicio de alquiler en estancias temporales.

A lo largo de su aventura en Airbnb, los Campbell se han convertido en una pareja de insignes aventureros. Ellos se han llamado «Senior Nomads» o «Nómadas veteranos». Visitaron las oficinas de Airbnb en Portland, San Francisco y Dublín, hablaron en una conferencia de la compañía en París y escribieron un manual para los anfitriones de Airbnb llamado «Tus llaves, nuestro hogar». Su guía turística o cuaderno de viaje que aún no está disponible en castellano.

¡Nos despedimos de nuestra familia y amigos y partimos para explorar el mundo!

Nuestro objetivo era vivir nuestra vida cotidiana en los hogares de otras personas como lo haríamos si nos hubiéramos retirado en Seattle: hasta ahora, la experiencia ha sido todo lo que esperábamos.

Desde que nos fuimos hemos vivido en más de 148 casas (cifra actualizada), y visitado más de 200 ciudades en 68 países, incluyendo toda Europa, Turquía, Israel, Rusia, México, África, Cuba, The Middle East y, más recientemente, Asia Central.

Incluso han decidido vender su en Seattle (Whasington), así que ahora somos realmente más nómadas por el mundo. Su hogar, donde ellos se encuentren bien.

En el siguiente video cuentan su experiencia. Acuérdate de activar los subtítulos en castellano.

Así cuentan su historia:

Desde que nos lanzamos a esta aventura, hemos llamado a las puertas de 135 alojamientos de Airbnb diferentes: literalmente. En cada una de esas ocasiones, respiramos hondo y esperamos encontrar al otro lado lo mismo que nos hizo enamorarnos del anuncio. Cuando la puerta se abre y nos dais la bienvenida a vuestro hogar, sentimos que de verdad podemos disfrutar de cualquier rincón del mundo como si estuviéramos en nuestra propia casa. Aquí tenéis algunas sugerencias para conseguir que vuestros huéspedes también descubran esa sensación.

Recibidnos en persona: cuando llegamos, tenemos muchísimas ganas de conoceros. Al fin y al cabo, elegimos vuestro alojamiento porque era nuestro favorito y sabemos algo de vosotros por los mensajes que hemos intercambiado, así que no hay forma mejor de empezar la estancia que tener la oportunidad de compartir un rato juntos. Si no podéis estar allí cuando lleguemos, no olvidéis explicarnos quién nos recibirá. Con un poco de suerte, contaréis con un coanfitrión de confianza que nos haga sentir a gusto y nos enseñe el espacio igual que lo haríais vosotros. Y, si tenéis la oportunidad, ¡no dudéis en pasaros a saludarnos durante la estancia!

Haced que nos sintamos como en casa: la clave está en los detalles. Una nota de bienvenida, una bebida bien fría esperándonos en la nevera, algún producto típico de la zona o, por supuesto, café y té para desayunar por las mañanas. Los pequeños gestos consiguen que tu casa nos resulte más acogedora: ¡es el principal motivo por el que decidimos hospedarnos con Airbnb! Así que no os cortéis y añadid vuestro toque personal a la decoración, como láminas que reflejen vuestros intereses, libros que os hayan enamorado, una vajilla original… ¡Y no olvidéis dejarnos el manual de la casa! No solo sirve para explicarnos cómo funciona todo en vuestra casa para que podamos cuidar mejor de ella y de vuestras posesiones: también evita que tengamos que escribiros cada dos por tres para preguntaros cómo funciona el mando de la tele.

Sed sinceros: A nadie le gustan las sorpresas inesperadas, ¡a menos que sea su cumpleaños! Si habéis hecho cualquier cambio en el alojamiento o ha surgido alguna novedad últimamente —por ejemplo, que el desagüe de la ducha no trague bien, que el wifi no funcione o que haya una manifestación enorme organizada en la zona durante nuestra estancia—, avisadnos con tiempo y contadnos cómo pensáis resolver la situación (si es que está en vuestra mano). Vuestra forma de actuar será la que marque la diferencia y os ayudará a conseguir evaluaciones positivas.

Mantened el contacto: cuando nos quedamos varios días en un alojamiento, agradecemos mucho que los anfitriones nos escriban para asegurarse de que todo está en orden. Es una clara muestra de que se preocupan por ofrecernos la mejor experiencia posible. Además, es una gran tranquilidad para nosotros: de esa forma, sabemos que podemos ponernos en contacto con vosotros durante la estancia sin problemas si algo va mal o necesitamos consejos o recomendaciones.

Compartid vuestra sabiduría: nos encanta comer en sitios de la zona a los que vosotros iríais. No lo dejéis en manos de una guía turística ni de TripAdvisor. ¡Contadnos cuáles son vuestros restaurantes y rincones favoritos de la ciudad! Así, podremos descubrirla como si fuéramos un habitante más. No olvidéis contarnos cómo llegar hasta cada sitio, qué zonas son más seguras o qué clase de eventos podemos encontrar en vuestro barrio. También podéis incluir toda esta información en el manual del que os hablábamos: lo agradeceremos muchísimo.