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La vista cansada y otros problemas de visión en la tercera edad

 

Conforme pasan los años, las personas se encuentran con una serie de problemas de salud propios de la edad. Esos pequeños “achaques” no tienen por qué ser significativos, ya que forman parte del desgaste que sufre el propio cuerpo y, si nos cuidamos bien, se pueden ir haciendo llevaderos. Entre los más comunes están aquellos problemas relacionados con la visión, pues estos son prácticamente inevitables.

Precisamente en ellos profundizaremos en este artículo, ¿cuáles son los más habituales?, ¿qué hacer para mejorar la calidad de vida cuando aparece la vista cansada? A continuación, te lo contamos todo.

Los principales problemas de visión en la tercera edad

El ojo es un órgano que se hace imprescindible para el día a día. Sin embargo, con la edad puede ir perdiendo algunas de sus cualidades dando lugar a determinadas patologías que impiden una correcta visión.

Una de las primeras en aparecer suele ser la vista cansada o presbicia, ya que el cristalino va perdiendo elasticidad con el paso del tiempo. Este problema, como muchos otros, puede ser prematuro en la actualidad por el constante uso de pantallas de ordenador, teléfonos móviles y otras tecnologías que generan un esfuerzo mayor en los ojos a diario. Hacer descansos cada cierto tiempo, usar gotas para mantenerlos hidratados y moderar las horas de uso de estos dispositivos puede ayudar a retrasar este inevitable desgaste.

La afección que más preocupa en la tercera edad por las terribles consecuencias que puede producir es la aparición de las cataratas. Esto se da por la creación natural de determinadas opacidades en el cristalino que impiden una correcta visión, y en los casos más agresivos puede ocasionar la ceguera total. Algunos factores que pueden favorecer su llegada son la mala alimentación, el tabaquismo o el uso de determinados fármacos como los corticoides. El dato positivo es que se trata de un mal operable y que puede arrojar buenos resultados según el caso.

Menos común es la llegada del glaucoma, aunque llega a ser igual de agresivo que las cataratas. En este caso, las personas notan cómo se empieza a reducir su campo visión y es en ese punto cuando se suele diagnosticar. Con anterioridad, los síntomas suelen ser bastante imperceptibles. Lo mejor para ser eficientes contra el glaucoma será hacer revisiones oftalmológicas periódicas para una detección precoz.

La vista cansada en los adultos mayores

La vista cansada es algo con lo que tienen que lidiar una gran cantidad de personas pasados los 60 años de edad. Dada la rigidez que aparece en el cristalino, empieza a ser complicado ver con nitidez los objetos cercanos. Esto puede ocasionar algunos problemas en el día a día, ya que nos puede impedir realizar las actividades más cotidianas con fluidez.

En este caso, la edad es el factor de riesgo más determinante para su llegada. Sin embargo, mediante el uso de las lentes progresivas se puede mejorar considerablemente la calidad de vida de las personas mayores con presbicia. Destacan por dividir las dioptrías progresivamente, cuadrando la vista a larga distancia en la parte superior y mejorando la visión de cerca en la inferior.

Gracias a este tipo de accesorios se puede llegar a hacer una vida muy normal con presbicia. Además, existen determinados ejercicios con la vista que se pueden practicar a diario para mejorar un poco esta situación. Son entrenamientos simples que consisten en mirar a diferentes puntos, hacer descansos de visión o practicar los movimientos oculares.