soledad Pedro Ribeiro Simões

¿Mejor solos que mal acompañados en la vejez? La respuesta en este estudio.

Las personas mayores a menudo se encuentran en riesgo de sufrir aislamiento social. Sin embargo, se sabe poco en torno a la frecuencia con la que las personas mayores carecen de contacto social (ya sea en persona, por teléfono, por correo electrónico…) a lo largo del día, sobre las implicaciones de la falta de este contacto ( la soledad) y si los efectos de la soledad varían según se configura el contexto social más amplio.

Para dar respuesta a estas incógnitas, investigadores del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, llevaron a cabo el estudio de Experiencias Diarias y Bienestar (DEWS). Los resultados han sido publicados en la versión online de la revista The Gerontologist.

La investigación incluyó a 313 adultos mayores (mayores de 65 años) que completaron las entrevistas iniciales seguidas de 5-6 días de evaluaciones ecológicas momentáneas aproximadamente cada 3 horas.

Las personas informaron que no tuvieron contacto social (es decir, soledad) en el 11% de las ocasiones. La soledad predijo un menor afecto negativo y positivo en esas ocasiones. El afecto negativo vinculado con la soledad varió según la calidad de la red social que disponían las personas. La soledad predijo un menor afecto negativo entre las personas con redes sociales más conflictivas pero no entre las que afirmaron tener redes menos conflictivas.

En general, la soledad puede servir como una estrategia de adaptación para aquellas personas integradas en contextos sociales exigentes o irritantes.

Imagen principal: Pedro Ribeiro Simões

Referencias:

  1. Birditt, K. S., Manalel, J. A., Sommers, H., Luong, G., & Fingerman, K. L. (s. f.). Better Off Alone: Daily Solitude Is Associated With Lower Negative Affect in More Conflictual Social Networks. The Gerontologist. https://doi.org/10.1093/geront/gny060