¿Cómo gestionar las rabietas de los niños?

 

Patear y gritar: Cómo lidiar con las rabietas

Una rabieta puede poner patas arriba todo el día. Ya sea que su hijo se tire al suelo, grite, llore o pise fuerte, las rabietas pondrán a prueba su paciencia. Entonces, ¿cómo lidiar con ellos?

Mantener una rutina

Los niños pequeños necesitan regularidad. Al mantener un horario regular para las siestas, las comidas y el tiempo de juego, a veces puede predecir cuándo se romperá la rutina y evitar una rabieta.

¡Mira eso!

Si puede ver que se está gestando una rabieta, desvíe la atención de su hijo hacia algo cercano. Por ejemplo, presénteles un juguete, muéstreles un auto genial o déles una actividad rápida para hacer. Conseguir su atención en otra cosa los distraerá de cualquier cosa que pueda causar su rabieta.

Dele responsabilidad a su hijo

Una de las razones por las que un niño puede tener una rabieta es que quiere tener control sobre sus decisiones. Por lo tanto, déjelos tomar decisiones sobre lo que comen, juegan o visten cuando sea posible. Este sentido de responsabilidad asegurará que no se sientan tan indefensos y hará que sea menos probable que tengan rabietas.

Anticipe las causas de las rabietas

Acompañarte mientras haces recados y tareas del hogar es aburrido para la mayoría de los niños. Si sabe que su hijo no disfrutará de algo, déjelo ser responsable dándole opciones. Por ejemplo, permítales elegir algunos alimentos, elegir a dónde ir después o decidir qué comer de postre.

Es demasiado tarde: hora de la rabieta

Si la rabieta de su hijo ya ha comenzado, mantenga la calma. Modelar la calma les enseñará cómo manejar una situación indeseable. Tome algunas respiraciones profundas, conéctese a tierra y proceda con calma.

No te abrumes

Una rabieta en público puede ser abrumadora. Es posible que te preocupe lo que piensen los demás o que los estés molestando. Pero no eres el único padre con un hijo y la gente entiende que las rabietas ocurren.

Valide lo que siente su hijo

Su hijo tiene sentimientos genuinos sin formas adultas de transmitirlos. Las rabietas, sin embargo, a menudo no tienen raíces lógicas. Aún así, trate de reconocer en voz alta por qué su hijo está teniendo una rabieta para demostrar que lo ve y lo escucha.

Etiquetar sus sentimientos

Mientras reconoce sus sentimientos, enséñele a su hijo a identificarlos. Es posible que no sepan lo que sienten, y ayudarlos a etiquetar sus emociones puede potencialmente prevenir futuros berrinches.

Usa el tacto para calmar una rabieta

Algunos niños se sentirán más seguros y tranquilos cuando están en brazos durante una rabieta. Por otro lado, algunos niños pueden reaccionar mal al ser tocados durante una rabieta. Haga lo que funcione mejor para su hijo.

Cambiar la escena

Si puede, mueva a su hijo a un lugar más tranquilo. La atención de los demás puede empeorar su rabieta (y ponerte más estresado). Un área más tranquila también puede ayudar a calmar a su hijo.

Hable acerca de sus expectativas

Dígale a su hijo lo que quiere, necesita y espera de él. Transmitir sus expectativas puede prevenir las rabietas y potencialmente sacarlos de una rabieta.

Ignorar es la herramienta definitiva

Tu hijo quiere tu atención. A veces, su hijo tendrá una rabieta para llamar su atención. Darles tu atención los recompensa por su mal comportamiento.

Sé rápido para ignorar

Durante una rabieta, premie los buenos comportamientos pero vuelva a ignorarlos cuando se reanude la rabieta. El cambio constante de atención puede ser difícil, pero ayudará a su hijo a comprender qué comportamientos son aceptables.

Solo ignore ciertos malos comportamientos

Antes de comenzar a ignorar cada llanto de su hijo, siempre asegúrese de que sea una rabieta. Es posible que su hijo llore o se queje cuando se lastimó, e ignorar sus llantos en situaciones como esta puede ser perjudicial. Del mismo modo, si su hijo hace algo peligroso durante una rabieta (como huir de usted en público), no debe ignorarlo.

Ignorar no es descuidar

Ignorar sigue siendo una forma activa de crianza. No le prestas atención activamente a tu hijo. Al ignorar los malos comportamientos, les enseñas que esos comportamientos son indeseables.

Ignorar con amigos y familiares

Comuníquese con sus seres queridos, amigos y cuidadores acerca de su filosofía de ignorar. Luego, cuando su hijo vea que todos ignoran sus malos comportamientos, eventualmente comprenderá que sus comportamientos son la causa y finalmente se detendrá.

Elogie el buen comportamiento

Combinado con ignorar, elogiar el buen comportamiento le enseñará a su hijo el bien del mal comportamiento. Premie los buenos comportamientos a través de cualquier cosa que funcione para su hijo: abrazos, besos, juguetes, dulces o calcomanías.