microbioma

Así afecta el microbioma intestinal a nuestra salud

 

El microbioma intestinal

¿Alguna vez ha tenido lo que comúnmente se describe como un presentimiento con respecto a algo en lo que está pensando?

Resulta que la investigación publicada en los últimos años muestra que esta sensación puede ser más que una simple expresión. A medida que empezamos a entender más sobre las bacterias en nuestro intestino, los investigadores comienzan a descubrir formas en que el microbioma masculino afecta a más áreas del cuerpo además del tracto digestivo y está vinculado a una amplia gama de condiciones en todo el cuerpo.

¿Qué es el microbioma intestinal?

El término microbioma se refiere a la población de microbios en el intestino. Únicos para cada individuo, los miles de microorganismos que van desde bacterias hasta virus y hongos tienen una gran influencia sobre nuestro riesgo de enfermedad y salud en general. Estos microbios son utilizados por el cuerpo para crear vitaminas, procesar la fibra en ácidos grasos digeribles y garantizar el funcionamiento normal del sistema inmunitario.

Formado desde el momento en que nacemos y evolucionando a lo largo de nuestras vidas, el microbioma se nutre de la diversidad. La investigación sugiere que esta diversidad es mejor para la salud humana, y muestra que los bebés con menor diversidad entre sus bacterias intestinales tienen más probabilidades de desarrollar alergias alimentarias.

El eje intestino-cerebro

Ese sentimiento en el estómago cuando piensas en ciertas cosas no es solo un coloquialismo que a la gente le gusta usar. El intestino y el cerebro están unidos de una manera que los científicos solo han comenzado a comprender en los últimos años.

Según un artículo de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), las bacterias intestinales son responsables de la producción de neuroquímicos que “regulan los procesos fisiológicos básicos, así como los procesos mentales como el aprendizaje, la memoria y el estado de ánimo”. Las bacterias intestinales también crean alrededor del 95% de la serotonina de un individuo, lo que puede influir en el estado de ánimo y la actividad gastrointestinal de una persona.

Esta capacidad de afectar los niveles de serotonina ayuda a explicar la conexión entre los problemas intestinales y los trastornos de salud mental, como la ansiedad y la depresión.

La interacción entre el cerebro y el intestino implica una serie de procesos que también se relacionan con los sistemas inmunológico y nervioso. Los científicos creen que los microbios intestinales producen compuestos neuroactivos, como neurotransmisores y metabolitos, que facilitan la comunicación entre el cerebro y el intestino y transmiten mensajes a través de dos métodos; el nervio vago (nervio craneal involucrado en el control del corazón, los pulmones y el tracto digestivo) y la transmisión de moléculas de señalización a través del sistema circulatorio y a través de la barrera hematoencefálica, según un estudio publicado en Neuroquímica Internacional.

Al observar la relación entre el cerebro y el intestino a través de esta lente, los científicos descubrieron que el cerebro se ve gravemente afectado por los desequilibrios microbianos. Conocidos como disbiosis, estos desequilibrios están asociados con una serie de condiciones relacionadas con el cerebro, que van desde el trastorno del espectro autista hasta la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Esto, para los investigadores, sugiere una comunicación directa o indirecta entre las bacterias intestinales y el sistema nervioso central (SNC)

Otras Condiciones Comunes Afectadas por el Microbioma

La composición de la microbiota intestinal está influenciada por factores intrínsecos como el estrés y factores externos como la contaminación del aire, las elecciones dietéticas, el uso de medicamentos y suplementos y la calidad del agua que bebemos.

Estos factores pueden crear un microbioma susceptible a ciertas condiciones. Aquí hay algunos que vale la pena señalar con los que la ciencia ha comenzado a establecer un vínculo.

Obesidad : la relación entre las bacterias intestinales y el aumento de peso es un área de investigación que ha sido popular en los últimos años. Los estudios muestran que nuestro microbioma está fuertemente influenciado por nuestra composición genética y que hay ciertas cepas de bacterias más comunes en las personas con un peso corporal saludable. Otro estudio indicó que la falta de bacterias en el intestino grueso puede contribuir a la obesidad en los jóvenes.

Cáncer : las bacterias intestinales tienen un papel importante que desempeñar en la investigación del cáncer debido a su relación con la creación de ciertos tipos de cáncer y su influencia en la forma en que las personas se recuperan de los tratamientos contra el cáncer. Los estudios realizados en los últimos años han sugerido que algunas bacterias intestinales pueden desempeñar un papel en el desarrollo de linfoma, cáncer de estómago y cáncer colorrectal. Además, la investigación del Instituto Nacional del Cáncer ha demostrado que los ratones que tenían bacterias intestinales sanas tenían mejores resultados en los tratamientos de quimioterapia e inmunoterapia que los que no los tenían.