Los ácidos omega 3 parecen retrasar el inicio de la enfermedad de Alzheimer

Su consumo en pacientes en fases iniciales lograba reducir la cantidad de la proteína beta-amiloide, indicador de deterioro cognitivo

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Los suplementos de aceite de pescado, ricos en ácidos omega 3, y los antioxidantes podrían ser beneficiosos para al menos algunas personas que en los inicios de la enfermedad de Alzheimer. Un informe publicado en «FASEB Journal» describe los resultados de un pequeño estudio en el que las personas con deterioro clínico leve, característico de las primeras etapas de la enfermedad, en el que los suplementos de Omega-3 lograban reducir la cantidad de la proteína beta-amiloide, relacionada con la enfermedad, y disminuir la inflamación en los tejidos neurológicos. Aunque los hallazgos se circunscriben únicamente a 12 pacientes controlados de 4 a 17 meses, los autores de la investigación creen que los resultados sugieren la necesidad de llevar a cabo mayor estudio clínico con este suplemento.

«La prevención de la progresión del deterioro cognitivo leve es una esperanza», señala Milan Fiala, de la Universidad de California-Los Ángeles. «Además de los ejercicios físicos y mentales, recomendados por los expertos, este estudio sugiere que la nutrición también es importante».

Proteína en sangre

Los investigadores analizaron los efectos de los suplementos con ácidos grasos omega-3 y antioxidantes de 4 a 17 meses en 12 pacientes con deterioro cognitivo leve, 2 con deterioro cognitivo leve y 7 pacientes con enfermedad de Alzheimer. Los expertos evaluaron los niveles de la proteína beta-amiloide y algunos otros factores de la sangre. 

Los resultados mostraron que en los pacientes con deterioro leve o deterioro pre-leve, las cifras de beta-amiloide aumentaron de 530 a 1.306 unidades. Los demás parámetros también se incrementaron. 

«Durante años se ha pensado que los ácidos grasos omega-3 y algunos antioxidantes puede ser beneficioso para una amplia gama problemas de salud», dijo Gerald Weissmann, editor de la revista «FASEB Journal ». «Ahora, sabemos que los efectos de estos suplementos pueden extenderse a la enfermedad de Alzheimer». Pero aunque estos suplementos se consideran seguros y muy fácil de obtener, subraya que es preciso llevar a cabo ensayos clínicos a gran escala «para verificar los resultados de esta investigación y identificar qué pacientes podrían beneficiarse más».

Fuente: abc.es