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La inactividad en las personas mayores empeora la salud física

Los investigadores de la Universidad McMaster advierten que incluso los cortos períodos de inactividad en las personas mayores (de tan solo dos semanas) pueden empeorar la salud física, lo que podría tener un impacto dramático en el envejecimiento de la población.

Según algunas estimaciones, casi el 25% de los canadienses tendrá más de 65 años de edad para el año 2036, y por ello, la actividad física y las proteínas dietéticas ricas en nutrientes son fundamentales para mantener a las personas mayores en movimiento y luchar contra el envejecimiento.

¿Existe un hábito de estilo de vida que tenga un efecto más positivo en la salud física y mental de una persona más sencillos que mantenerse físicamente activos?

Con ese fin, el equipo de investigación ha producido un vídeo sobre la importancia de mantenerse activo.

El trabajo recientemente publicado por su equipo, y otros, muestra que incluso los cortos períodos de inactividad física (causados ​​por hospitalización, enfermedad o simplemente contraer la gripe) pueden ser perjudiciales para la salud de una persona mayor. Para algunos, estos períodos son como tiempos de envejecimiento biológico acelerado.

Una de las mayores consecuencias es un inicio rápido de los síntomas que son el precursor de la diabetes tipo 2, es decir, el aumento de azúcar en la sangre. Si estos periodos son lo suficientemente largos, o lo suficientemente frecuentes, la pérdida de fuerza y ​​músculo ciertamente se convertiría en un problema.

Lo que sucede con estos períodos de inactividad es que las personas mayores experimentan disminuciones en la salud y pierden músculos que son muy difíciles de recuperar. Como se puede ver en el vídeo, incluso los períodos de inactividad aparentemente benignos requieren cierta rehabilitación.

Tratar de volverse más activo físicamente y enfatizar las fuentes de proteínas ricas en nutrientes son las claves para la recuperación. Los ataques de enfermedad como la gripe son mucho más problemáticos que la dificultad respiratoria que recibe el tratamiento.

La depresión y la soledad son grandes problemas en las personas mayores que olvidamos cuando regresan a casa tras recuperarse de una hospitalización.  Que luego se «recuperen» en su casa o piso sin contacto social es una espada de doble filo.

Hay más trabajo por hacer en el laboratorio, incluida una mejor comprensión de los mecanismos de apoyo.

La financiación para este trabajo provino de los Institutos Canadienses de Investigación en Salud, la Asociación Canadiense de Diabetes y el programa de la Cátedra de Investigación de Canadá, con el apoyo adicional del Instituto McMaster para la Investigación sobre el Envejecimiento (MIRA).