La cana es bella: el último bastión de la vanidad

Ahora que el gen del pelo canoso ha sido identificado, ¿sigue formando parte de envejecer -hacerse viejo- con gracia?

Hemos visto los últimos días una retahíla noticiera de que los científicos (¡yuhu!) han descubierto el gen responsable de darle a tu pelo un color grisáceo. O lo que es lo mismo, el proceso en el que pierde su pigmento natural y se va apagando progresivamente. Un trabajo duro y costoso que, desde los que lucimos con orgullo el paso de los años en nuestra melena, suena a traición para acabar vendiéndonos la cura al gran mal de la edad gris. El estudio ha sido publicado Nature, presentando los resultados de un análisis de más de 6000 personas. 

Tu pelo enviará mensajes importantes a los que te rodean

Tiene razón, por supuesto. El pelo, es una de las características físicas que más definen a una persona, y el más fácilmente modificado. El cambio no resulta demasiado caro y requiere menos disciplina que comer con sensatez o hacer ejercicio.  El pelo no se limita a mostrar si uno puede gestionar un hábito de belleza; es más incluso que un indicador de estatus social. ¡Vaya pelos! Te ven y saben cómo te sientes y qué capacidad tienes para influir en el mundo que le rodea. Las señoras despliegan en su peinado su propio sistema de armas nucleares.

Pero hay algo aún más complejo en peinar canas, el estilo o la conveniencia persona. Entre las elecciones de mujeres y hombres acerca de su apariencia exterior, las canas asumen  el papel de conexión con el mundo exterior donde no importa anunciar ¡me estoy haciendo viejo, ya estoy preparado! Estamos ante una persona segura que manifiesta, y hace plenamente visible, su derecho a no ocultar el paso del tiempo y a mostrar su edad real. Hasta ahora, en la mujer, el pelo gris estaba relacionado con su proceso de envejecimiento, se asociaba a un concepto de invisibilidad al que estaba sometida en anteriores generaciones, debido a una desigualdad evidente. El hombre maduro todavía tenía posibilidades de desarrollo y realización, y por tanto podía seguir siendo atractivo, mientras que, después de finalizar su etapa fértil, los estereotipos relegaban a la mujer a un evidente declive.

Pero entonces, mirar a Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional. Ella es el ejemplo de lo maravilloso que puede ser el pelo canoso, al menos cuando se usa con una sonrisa encantadora y una comprensión de acero de las economías del mundo. Tómala como consejera amable ante esas personas que te lanzan mensajes para convencerte de que la vejez llama a tu puerta -o de tu peluquera cuando te deja caer que contigo no hace negocio-.  Las canas pueden ser grandes, muy grandes, y tan bellas como tú las vivas.

#Grannyhair en Instagram

Hay un momento dramático en la vida que casi toda mujer recuerda: el descubrimiento de su primera cana. Hasta ahora. Diseñadores, estilistas, ‘celebrities’ e ‘instagramers’ se han encargado de que el ‘granny hair’ o pelo de abuela sea lo último en tendencias capilares.

En Instagram ya es todo un fenómeno, bajo los hastag #grannyhair o #greyhair se pueden encontrar casi 300.000 publicaciones, algunas con más de 22.000 me gusta. ¿Te unes al movimiento? ¡Enséñanos tus canas!

Referencias

  1. Adhikari, K. et al. A genome-wide association scan in admixed Latin Americans identifies loci influencing facial and scalp hair features. Nat. Commun. 7:10815 doi: 10.1038/ncomms10815 (2016).