La anisocoria detrás de los inusuales ojos de David Bowie

Tras la muerte de David Bowie, el universo entero recuerda al genio entre homenajes y regalos que formarán parte de la historia de la música. Parte de la etapa de su personaje no giraba solo en torno a su llamativo maquillaje -un regalo increíble para la música- sino también por su magnética, a la par que misteriosa mirada: un ojo azul claro y en el otro un mal humor negro.

¿Pero qué dio a Bowie esos colores duales e hipnóticos? Algunas personas asumen erróneamente que fue debido a la heterocromía, una condición en la cual una persona tiene dos colores diferentes de iris. Es hereditaria y generalmente inofensiva, y la condición es de hecho mucho más común en los perros, gatos y caballos. La heterocromía puede expresarse como dos colores francamente diferentes, como el ojo derecho color avellana de la actriz Kate Bosworth y su ojo azul izquierda.

Pero el caso de Bowie era diferente. Sus ojos no eran el producto de la genética, nació con los ojos azules. Una pelea a puñetazos en su adolescencia, en la primavera de 1962, se cobró con una grave herida en el globo ocular. El amor le jugó una mala pasada y es que su mejor amigo y, más tarde, pareja artística, George Underwood se había enamorado de la misma chica que él. Bowie fue operado de urgencia y permaneció meses en el hospital. Tras numerosas intervenciones, los médicos pudieron salvar el ojo izquierdo, sin embargo quedaron secuelas. Además de la pérdida parcial de visión, sufrió de por vida anisocoria, es decir, una asimetría en sus pupilas. El puñetazo provocó la parálisis de los músculos de su ojo, por lo que el iris y la pupila izquierda quedaron dilatadas de por vida.  

Cuando esto ocurre, la pupila se agranda con la luz tenue y se hace más pequeña con la luz brillante. En el caso de Bowie, su pupila izquierda quedó permanentemente ampliada, dando lugar a su famoso par de ojos azules y negros. Bowie fue capaz de sacar partido a esta situación gracias a su importante caso del efecto de ojos rojos, desde las fotografías los flashes rebotaban en su pupila dilatada. Y a pesar de la pelea, la relación de los amigos se resolvió: amigos y pareja artística de por vida.

Imagen: CA/Redferns