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Disfunción sexual
La disfunción sexual se refiere a cualquier dificultad que una persona o pareja esté experimentando con los diversos aspectos de la actividad sexual, como la atracción, la excitación, el placer y el orgasmo. La disfunción sexual puede causar una angustia extrema y afectar gravemente la calidad de vida de una persona.
El problema más común que afecta a los hombres es la disfunción eréctil, que generalmente tiene una causa física. Sin embargo, factores psicológicos como la ansiedad situacional también pueden afectar la función sexual masculina.
Algunos de los problemas que causan disfunción sexual en las mujeres incluyen pérdida de interés en el sexo, dificultad para alcanzar el orgasmo, pensamientos negativos durante el sexo y sequedad y rigidez vaginal que causan dolor durante el sexo.
Aproximación a la disfunción sexual
El principal enfoque inicial de la disfunción sexual es una evaluación física y psicológica exhaustiva de la pareja, tanto individualmente como en conjunto. Los problemas físicos como la disfunción eréctil se pueden tratar con medicamentos y la psicoterapia se puede utilizar en los casos en que se sospeche un elemento psicológico.
Los elementos psicológicos que se toman en consideración incluyen ansiedad, culpa, problemas intramatrimoniales, abuso, estrés, antecedentes de trauma sexual, depresión y trastornos de pánico. Los factores físicos incluyen el abuso de alcohol, el tabaquismo, el uso de estimulantes como la cocaína y la heroína e incluso una ingesta elevada de cafeína.
El número de consultas solicitadas por disfunción sexual es muy bajo ya que muchas personas se muestran reacias a buscar ayuda. Por lo tanto, la gente tiende a utilizar información basada en Internet sobre la disfunción sexual para «autodiagnosticarse» y manejar el problema.
Los cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar y el consumo de alcohol, pueden ayudar a resolver algunos casos de disfunción eréctil y los ejemplos de medicamentos que pueden usarse incluyen Viagra, Levitra y Cialis. Otra forma de terapia es la farmacoterapia intracavernosa, que implica un medicamento vasodilatador que se inyecta en el pene para inducir una erección.
Para las mujeres, está disponible un dispositivo de vacío que aumenta el flujo de sangre a los genitales y el clítoris.
