controlar la ira

Cómo controlar la ira para aumentar tu longevidad

 

La ira viene con una inyección de cortisol (hormona del estrés) y adrenalina en el torrente sanguíneo. Esto puede causar tensión muscular, aumento severo del ritmo cardíaco y picos en la presión arterial.Estas respuestas tienen consecuencias significativas para el corazón y el cerebro. El estrés se ha correlacionado repetidamente con niveles elevados de proteína C reactiva (PCR). Presente en la sangre, la PCR está estrechamente relacionada con la inflamación, un conocido factor de envejecimiento y factor de riesgo de eventos como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

El estrés y, en particular, la ira es una amenaza mayor para nuestra salud a medida que envejecemos. Un estudio publicado en Psychology and Aging señala que cuando los sujetos mayores de 80 años sienten ira con regularidad, tienen niveles elevados de ciertos biomarcadores de inflamación. Los adultos mayores que experimentan una inflamación elevada tienen más probabilidades de tener al menos una enfermedad crónica.

¿Puede la ira acortar tu vida?

La ira extrema asociada con los estallidos de ira aumenta el riesgo de ataque cardíaco y otros eventos de salud significativos. Cuando estás en este estado, tu cerebro ya no usa la corteza prefrontal (área que se usa para razonar) para pensar, sino que es impulsado por la amígdala (el centro emocional de tu cerebro).

La lógica, la perspicacia y los hechos se vuelven borrosos cuando la amígdala se hace cargo y esto puede ejercer una presión significativa sobre quienes lo rodean cuando intentan comunicarse con usted. Algunas personas incluso reportan sentimientos de desmayo durante tales episodios y los estudios muestran que existe un mayor riesgo de accidente cerebrovascular como resultado de un coágulo de sangre en estos escenarios.

Sin embargo, cuando piensas en la ira, es importante recordar no solo los grandes arrebatos, sino también las formas en que este estado emocional puede impregnar tu vida cotidiana y convertirse en una ira crónica. El resentimiento es una de las muchas formas que puede tomar el enojo debido al hecho de que expresarlo públicamente también puede tener un gran efecto en las relaciones.

El resentimiento puede ser una sensación abrumadora y dominar sus pensamientos, lo que dificulta la concentración y hace que una persona sea menos paciente con los demás. Esto puede sentirse como una pérdida de control emocional y manifestarse a través del pesimismo y la baja autoestima, lo que puede conducir a condiciones crónicas como ansiedad o depresión.

Aquellos que sufren de ira crónica a menudo experimentan una capacidad pulmonar más baja y también sistemas inmunológicos suprimidos. En pocas palabras, el estrés y la ira están directamente relacionados con su salud. Mantener un control saludable sobre estas emociones es vital para la longevidad.

¿Cómo puedo controlar mi ira?

Algunos estudios sugieren que dejar salir el enojo no solo es saludable, sino que incluso agregará años a su vida. Pero para evitar explosiones de ira, es mejor usar algunas prácticas comunes de manejo de la ira para que se exprese de manera que no solo sea constructiva para los demás, sino también saludable para usted.

Algunas técnicas útiles de manejo de la ira incluyen:

  • Ejercicios de respiración profunda para ayudarte a expresar con calma tus emociones.
  • Ejercicio para liberar la tensión y el exceso de energía.
  • Use el humor para aligerar su estado de ánimo o romper la tensión.
  • Tómese un momento para disfrutar del silencio. Un poco de tranquilidad puede hacer mucho bien.
  • Evite las críticas o expresiones que puedan aumentar la tensión con los demás.
  • Acepte la ayuda de los demás para aprender a expresarse.