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Un Centro de día, así se siente desde la piel de una psicóloga en Chile

Un Centro de día en Chile

En Chile la inserción del psicólogo en el campo interdisciplinar del envejecimiento y la vejez, ha sido relativamente nueva y potenciada en los últimos 5 años, esto producto de la escasa formación que existe en el país en la formación de pregrado, siendo pocas las universidades que incluyen el abordaje gerontologico / Psicogerontologico como parte de su formación de psicólogos. Nadie puede discutir el aporte de un profesional de salud mental dentro de un equipo y sobre todo en un dispositivo sociocomunitario , en esta ocasión conversamos con Tabita Campos Cid. Psicóloga titulada de Pontificia Universidad Católica de Chile. Diplomada en Demencias: Abordaje gerontológico multidimensional. Quien tiene experiencia en trabajo con cuidadores informales y formales de personas mayores en OTEC Posiciona. Ayudante en Diplomado en Psicogerontología Educativa y Social. Y que en la actualidad, es la Psicóloga de Centro Integral del Adulto Mayor de la comuna de Padre Hurtado. Región Metropolitana, quien nos contara su experiencia como psicóloga en un centro de día.

N: ¿Qué tal la experiencia de trabajar en un centro de día en Chile?
T:  En general, ha sido una experiencia muy gratificante y enriquecedora. Yo realicé mi práctica profesional en un Centro día, por lo que, tenía cierta experiencia en este Programa. Sin embargo, la labor no ha estado exenta de desafíos y aprendizajes. Trabajar con una población rural, con un porcentaje de personas mayores con poco acceso a educación formal, y en algunos casos, sin lectoescritura, es un tremendo reto, porque uno tiene que adaptar todas las actividades que realiza, a las capacidades que cada adulto mayor en su individualidad tiene. En este Centro en específico hay personas con diagnóstico de demencia, con discapacidad visual o auditiva, con dificultades de movilidad, como también, existen personas más autovalentes, y todos deben ser integrados en las actividades. A mi parecer, el desafío no radica solamente en la inclusión, sino también, en el fomento de la autonomía. Como Centro tenemos la visión de que debemos promover la autonomía, cada una desde su área, y cuesta muchas veces mantener ese objetivo cuando uno se aproxima a las dificultades que cada persona mayor presenta, como sus limitaciones por enfermedades crónicas, la falta de redes de apoyo o el analfabetismo. Precisamente, lo enriquecedor proviene de esos desafíos, porque uno día a día se tiene que adaptar y flexibilizar, con el objetivo de incorporar lo que uno espera lograr en cada actividad, con las actividades que ellos quieren realizar y las habilidades que cada uno presenta.
N: ¿Cómo definirías esta experiencia a nivel profesional?
T: Creo que la palabra que mejor define mi experiencia en este lugar es crecimiento. Ha sido una instancia donde he podido desarrollar habilidades blandas, sobre todo la capacidad de adaptación y trabajo en equipo. Además, he aprendido a utilizar las redes comunales y regionales en beneficio de las personas mayores, cosa que a veces cuesta, pero se puede, si uno tiene la disposición y el tiempo para hacerlo. Sumado a eso, la Coordinadora del Centro es una persona que brinda mucha libertad para trabajar, lo cual, me ha permitido construir actividades que no vienen establecidas por programa, pero que buscan promover la salud emocional de los usuarios del Centro, como talleres de salud mental, psicoterapia individual y grupal, talleres de contención emocional en medio del estallido social, entre otros.
N: ¿Quiénes conforman el equipo?
T: El equipo está conformado por 6 profesionales mujeres: Marisol Mateluna, Trabajadora Social y Coordinadora del Centro, Pamela Dorador de profesión Kinesióloga, Monserrat Velásquez, quien es Terapeuta Ocupacional, Lyssett Troncoso, nuestra Técnico en Enfermería, Claudia Morales, Técnico Psicosocial y yo, que soy Psicóloga. Además, contamos con 4 practicantes, dos de la carrera Terapia Ocupacional, una Técnico en Trabajo Social, y un Técnico en Enfermería Nivel Medio. Sumado a eso, en el verano pudimos contar con un alumno de Kinesiología, Francisco Mejías, quien realizó talleres de hidroterapia, y posteriormente, prestará servicios como masoterapeuta.
N:. ¿Cuál es la labor del psicólogo en este espacio?
T: Como psicóloga debo cumplir varias funciones, dentro de las cuales está realizar evaluaciones cognitivas y psicológicas a las personas mayores que deseen ingresar al Centro, brindar atención psicológica individual en casos donde el usuario lo solicite, realizar talleres propuestos por SENAMA donde la ejecutora sea la psicóloga, abrir espacios psicoeducativos para los familiares de los adultos mayores y conectar al usuario con las redes comunales.
N: ¿Cómo definirías la reacción de las personas mayores frente a este dispositivo?
T: En general, los usuarios agradecen mucho tener este tipo de espacios. Hay varios de los adultos mayores que pertenecen, o han pertenecido a alguna organización de personas mayores, y son ellos mismos los que reportan que este dispositivo funciona de manera diferente, por ende, el beneficio es distinto. En otros lugares tienen acceso a actividad física o talleres de manualidades, pero no hay tantos espacios que se dediquen a psicoeducar o contener emocionalmente a la población. Además, intentamos, dentro de nuestras posibilidades, integrar en gran cantidad lo que ellos desean, y eso lo valoran mucho. Hemos podido realizar actividades de cine, de canoterapia, de hidroterapia, paseos a la playa, feria de pulgas, celebración de cumpleaños y navidad, entre otros, y eso es algo que destacan mucho las personas mayores, porque hemos buscado cumplir con lo solicitado por programa, pero siempre incluyendo la voz de cada persona mayor. Incluso, cada dos meses realizamos un diagnóstico participativo, con el objetivo de recoger las opiniones de los usuarios sobre lo que estamos haciendo de forma adecuada, y lo que podríamos mejorar.
N: Un mensaje a nuestros lectores o algo adicional que quieras decir
T: Me gustaría decirles a los lectores que trabajan o desean trabajar con personas mayores que es relevante tener presente dos cosas. En primer lugar, es trascendental comprender que las personas mayores son personas, y puede sonar muy lógico, pero nuestras acciones no siempre demuestran la comprensión de esta idea. Cuando uno plantea esto, uno apunta a que cada persona es un sujeto de derechos, con deseos, con una personalidad, con habilidades y debilidades, con creencias y sobre todo, con una historia detrás, y eso muchas veces lo olvidamos al trabajar con adultos mayores. En muchas ocasiones he visto a profesionales pararse desde la expertiz, como si la persona mayor, por la edad que tiene, no supiese nada de la vida, cuando en realidad saben mucho más de lo que creemos. En otras ocasiones, se anula la voz de estas personas porque el trato que se entrega se realiza desde el prejuicio, y no desde el conocimiento e individualidad de cada sujeto, pasando a llevar el derecho de la persona que tenemos al frente. En segundo lugar, es esencial el trabajo en equipo. Cuando uno atiende a una persona mayor, no sólo es importante cuestionarse qué requiere de mí como profesional, sino también, cómo otros profesionales podrían aportar para el mejoramiento integral de esta persona.
Por Nicolás Cisternas Sandoval. Psicólogo. Especialista en Psicogerontologia. Corresponsal en Chile, Argentina y Uruguay.