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Uso terapéutico del cannabis en personas mayores

 

A medida que cumplimos años resulta bastante común que nuestra salud se vaya resintiendo. Y en ocasiones los fármacos que nos recetan no son lo suficientemente eficaces para combatir los dolores y molestias. Distintos estudios desvelan que las principales enfermedades de la gente mayor se relacionan sobre todo con patologías cardiovasculares, seguido por el cáncer, dolencias pulmonares y musculares, además de trastornos mentales y del sistema nervioso.

Es frecuente que en un intento por paliar estos problemas de salud los ancianos consuman de manera simultánea un gran número de pastillas. La combinación de tantos fármacos llega a provocar, en ocasiones, efectos adversos, con un mayor riesgo de caídas, ingresos en el hospital o incluso más fallecimientos. Puede darse el caso de que la prescripción de medicamentos por parte de los profesionales resulte inadecuada, tanto en cantidades como en fármacos.

Por eso resulta conveniente, siempre que se pueda, rebajar lo máximo posible el número de estos comprimidos, buscando alternativas más saludables como puede ser el cannabis. Está comprobado que sus propiedades son de lo más beneficiosas para combatir ciertas patologías. Son muchos los mayores que ya recurren a las semillas de CBD de eurogrow para mejorar su estado de salud.

Qué es el CBD

Desde hace siglos se viene utilizando la planta de cannabis para el ámbito medicinal. Dicha planta cuenta con más de 100 cannabinoides, además de otras sustancias como flavonoides y terpenos, que explicarían en cierta medida su capacidad terapéutica.

El cannabidiol, conocido como CBD, es una molécula de origen natural que se integra dentro de los cannabinoides que se encuentran en la planta del cannabis. Está comprobado que podría servir de gran utilidad desde el punto de vista medicinal para aliviar ciertas patologías como el dolor crónico o ansiedad.

Qué beneficios tiene el cannabis en las personas mayores

Los mayores siguen siendo un grupo de población que aún se resiste al consumo de cannabis. En cualquier caso, con los años han ido aumentando el porcentaje de uso al pasar de representar el 0,4% en 2006 al 2,9% en 2018 en Estados Unidos, como recoge un artículo publicado en JAMA Internal Medicine.

Este incremento obedece sobre todo a la evidencia científica que pone en valor su empleo como remedio terapéutico, así como su legalización en un mayor número de territorios.

Investigaciones publicadas por la revista Geriatrics en 2020 y por The Nacional Academis for Sciences Engineering and Medicine en 2017 confirman el papel que desempeña el cannabis ante determinados problemas de salud como los siguientes.

Dolor crónico

Está comprobado que los productos con CBD resultan más efectivos que el placebo para combatir el dolor crónico vinculado a enfermedades como la fibromialgia. También hay estudios que avalan su uso para rebajar la dependencia de otros medicamentos empleados para aliviar el dolor.

Ansiedad y depresión

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que 1 de cada 5 mayores presentan trastornos mentales o neurológicos, siendo la depresión, la demencia y la ansiedad los más frecuentes.

Una investigación  hecha en 2009 desveló que la administración de cannabis se relaciona a una reducción de la ansiedad. Esto se debe a su capacidad para interactuar con los receptores de la serotonina, que son los mismos donde actúan los ansiolíticos y antidepresivos.

Sueño

Con los años, la población de más edad empieza a experimentar problemas para dormir, llegando a convertirse el sueño en un trastorno muy importante. El CBD cuenta con las propiedades adecuadas para facilitar el mantenimiento ininterrumpido del sueño, evitando así los despertares múltiples a lo largo de la noche.

Se ha comprobado que el cannabis resulta útil para mejorar la calidad del sueño en aquellos pacientes que padecían de dolor crónico y ansiedad, posiblemente debido a su capacidad para calmar estos síntomas.

Los barbitúricos y las benzodiacepinas suelen ser los fármacos que más se recetan para tratar el insomnio. Por medio de estas plantas se podría reducir el consumo de estos medicamentos, que en ocasiones presentan efectos secundarios en la gente de más edad, como pueden ser alteraciones del equilibrio, confusión o riesgo de caídas.

Tratamientos de quimioterapia

El cannabis se presenta como una solución muy interesante para combatir los efectos adversos asociados a los tratamientos de cáncer. Un artículo publicado por el British Journal of Pharmacology desvela sus beneficios para los pacientes que sufren de náuseas y vómitos a causa de la quimioterapia.

Los cannabinoides presentan una eficiencia parecida a la de los medicamentos antieméticos convencionales, con la ventaja de que suprimen los efectos secundarios relacionados con estos fármacos.

Enfermedades neurodegenerativas

Las patologías neurodegenerativas alcanzan su mayor punto de expresión en los últimos años de vida de las personas, entre las que se encuentra, por ejemplo el Alzheimer. No hay un tratamiento farmacológico capaz de prevenir o contener el avance de la enfermedad.

Un estudio publicado en la revista Nature revea como el CBD y otros componentes de la planta del cannabis consiguen crear un efecto antiinflamatorio y neuroprotector que regula las modificaciones provocadas por las distintas enfermedades neurodegenerativas, entre ellas el Parkinson y la esclerosis múltiple.

Esto se consigue por la capacidad que presenta el cannabis para modular la producción de citocinas inflamatorias, mejorar la vascularización en el sistema nervioso central y limitar las alteraciones de las células gliales. Gracias a eso, tanto el cannabidiol como otros cannabinoides permiten disminuir los síntomas más comunes de estas dolencias, como son la pérdida de memoria, movimientos anormales, temblores y rigidez.

El uso de cannabis contribuye, por lo tanto, a mejorar la calidad de vida de los pacientes, siendo una alternativa muy interesante a los fármacos al contar con escasos efectos secundarios.