Los fundadores de NuEyes vieron la oportunidad de ayudar a los millones de personas con degeneración macular.
Hay 285 millones de personas con discapacidad visual a nivel mundial y Mark Greget y Justin Moore, los fundadores de la empresa tecnológica de visión NuEyes, vieron un negocio de enorme potencial si sólo pudieran llegar a una tecnología portátil capaz de ayudar incluso una fracción de los que tienen problemas en la vista. Una vez más, la tecnología al servicio de las personas.
Para aquellos cuya afección es la degeneración macular, un deterioro de la porción central de la retina que afecta a millones de personas en el mundo, una de las pocas soluciones disponibles ha sido una gran máquina, de 50€ que amplifica electrónicamente las palabras en los libros y revistas para poder leerlas.
«La gente dice, ‘esto es muy bueno, pero ¿por qué no puede alguien inventar un par de gafas electrónicas que hagan lo mismo?'», Dijo Greget, CEO de NuEyes ‘.
Greget no es el tipo de persona que ignora una gran oportunidad. En un primer momento se dedicó a investigar el mercado, y luego jugó en su garaje, tratando de construir las gafas que los pacientes estaban clamando por sí mismos. Pero el progreso era lento y sin fruto y pensó que tal vez podría adaptar algo que ya estuviese en el mercado. No encontró a ninguna empresa que pudiera proporcionarle la respuesta.
Si yo fuera una abuela, querría ver a mis nietos jugar, o ir al cine
Los pacientes quieren «ver la cara de un ser querido, o leer un periódico. Y las empresas lo miraban diciendo: ‘No entiendo’.
Los que sufren degeneración macular luchan con aspectos como la pérdida de la visión central, lo que requiere la ampliación significativa con el fin de descifrar cosas como qué letra están viendo.
Para NuEyes, el modelo R-7 ofrece la posibilidad de dar a los pacientes una sofisticada ampliación variable y ajuste de contraste con el uso de las gafas.
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Cuando las personas envejecen, es bastante probable que los problemas oculares aparezcan. Teniendo la flexibilidad incorporada en las gafas, se pueden abordar varias cuestiones con un solo elemento.
El software tiene entradas de voz, lo que permite a los usuarios dar sus órdenes hablando a las gafas: cuestiones como la creación de texto más grande o más pequeño, o el cambio del color. Incluso pueden decir: «NuEyes, a ver la televisión», y adapta la visión de la televisión para que puedan realmente disfrutarla.
Luego se reunió con una empresa de tecnología de San Francisco, Osterhout Design Group, dirigida por Ralph Osterhout, un hombre conocido como un genio de la electrónica.
«La primera vez que me encontré con ODG,» dice Greget, «Ralph quería reunirse para hablar conmigo, y fue increíble. Lo consiguió en 30 segundos.»
Altamente customizables
Debido a que las gafas de ODG son ampliamente programables, NuEyes ha sido capaz de adaptar el modelo anterior R-7 para hacer frente a sensibilidad de la luz. También se pueden incorporar lentes telescópicas, que cuando se utilizan para ampliar algo, no pixelan el contenido.
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«Eso es muy importante para las personas con discapacidad visual», dice Moore. «Si yo fuera una abuela, querría ver a mis nietos jugar, o ir al cine», y el modelo R-7 permite precisamente eso.
Uno de los clientes de NuEyes, una mujer de 95 años, sólo quería hacer algo que no había sido capaz de hacer durante años debido a su situación. Para ella lo más importante era tocar el piano.
La mujer también estaba desesperada por apreciar el arte nuevo, y las gafas le permitirán hacer ambas cosas. Está muy emocionada por conseguirlo. Lo primero que va a hacer es ir al museo Getty, en Los Ángeles, para ver el arte que nunca ha sido capaz de ver.
Hay otras aplicaciones médicas para las gafas de ODG. Los médicos en hospitales como el Johns Hopkins y Stanford las están usando para ayudar en procedimientos como la cirugía de corazón, y algunos cirujanos ortopédicos están usando herramientas de realidad aumentada del modelo R-7 junto a los rayos X con el fin de ajustar el zoom y la dimensión y manipular las imágenes que nunca antes había sido posible. Y todo sin usar sus manos. En esencia, las gafas de la ODG permiten traer los monitores de los cirujanos a la derecha en su cabeza.
Imagen principal: Osterhout Design Group y NuEyes
