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Priorizar la investigación del Alzheimer para reducir la incidencia actual

 

Hoy, miércoles 21 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad neurológica que padecen 46 millones de personas en todo el mundo, y que en España supone una de las dolencias que mayor discapacidad genera en personas mayores.  Según datos de 2021 de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la sufre entre un 3% y un 4% de la población de entre 75 y 79 años, unas cifras que aumentan hasta el 34% en mayores de 85 años.

Conforme ha ido aumentando la esperanza de vida en todo el mundo, también lo ha ido haciendo el número de personas con Alzheimer puesto que envejecer es la principal causa para desarrollar la enfermedad.

Pese a la creciente toma de conciencia social que se ha desarrollado entorno al Alzheimer durante los últimos años, los expertos advierten que ésta todavía adolece de una situación de infra diagnóstico. Según explica José Manuel Pérez, responsable de Coordinadores Asistenciales de la Dirección Técnica Asistencial de DomusVi, “algo más del 60% de los residentes de centros de mayores presentan con probabilidad algún tipo de demencia. En el caso de  nuestra compañía, el 17,6% tiene diagnosticado una enfermedad de Alzheimer, lo que supone 3.808 personas frente a las 2.606 diagnosticadas en 2020”. 

Anticipar el diagnóstico

A día de hoy ya se pueden detectar indicios del Alzheimer de forma muy temprana en el paciente a través de pruebas diagnósticas muy específicas que sólo se usan en el ámbito investigador. Sin embargo, lo habitual es que dichos indicios se detecten sólo cuando ya hay un deterioro importante a nivel cognitivo. La tendencia debe ir hacia una detección precoz mediante análisis, pruebas de imagen, test psicológicos o marcadores genéticos que, además, pueden permitir etiquetar correctamente el tipo de demencia. Gracias a un correcto diagnóstico se puede establecer un tratamiento adecuado y eficaz.

“La lucha contra el Alzheimer es una prioridad en el ámbito científico, sanitario y asistencial. Es importante priorizar la investigación para reducir la incidencia actual”, recuerda Pérez.

 

Más allá de los tratamientos farmacológicos

Cada vez son más las evidencias científicas que ponen en valor la importancia de fomentar hábitos de vida saludables, especialmente en personas de edad avanzada, porque pueden ayudar a prevenir la llegada del Alzheimer o, cuando menos, a atenuar sus efectos.

En algunos casos, las intervenciones psicosociales resultan tan o más efectivas respecto a los fármacos para la mejora de la calidad de vida de las personas con algún tipo de demencia y para las personas que los cuidan.

En los centros residenciales DomusVi se aplican terapias no farmacológicas que contribuyen a reactivar sensaciones y recuerdos, facilitar la comunicación, las relaciones sociales y la autonomía, mejorar la concentración, la coordinación, la autoestima, la seguridad y el estado de ánimo, aumentar la actividad física, estimular los sentidos y la creatividad y reducir el estrés, la ansiedad, la sensación de soledad y el aislamiento.

“Tenemos un alto grado de especialización y experiencia en la atención a enfermos de Alzheimer a quienes ofrecemos una atención profesional cercana e individualizada. Disponemos de un equipo interdisciplinar formado por psicólogos, terapeutas ocupacionales, monitores de tiempo libre, fisioterapeutas, médicos y enfermeros, entre otros profesionales comprometidos con el cuidado de personas con algún tipo de demencia”, señala el responsable de Coordinadores Asistenciales en DomusVi.

 

Campaña “Caricias para no olvidar”

Un año más, con motivo del día Mundial del Alzheimer, DomusVi impulsa una comprometida campaña, “Caricias para no olvidar”, con la que se quiere hacer un llamamiento a regalar un gesto, una caricia, un beso, una sonrisa, unas palabras, a quienes más lo merecen, a nuestras personas mayores.

La iniciativa tiene como objetivo sensibilizar a los profesionales, familiares, amigos así como todo el entorno de los centros DomusVi, sobre la importancia que tienen estos pequeños gestos cotidianos para las personas mayores, en especial para las que padecen esta enfermedad neurodegenerativa.

Los días 20-21-22 de septiembre, en la entrada de los centros DomusVi se habilitará un «contador de caricias», un mural donde anotar las muestras de cariño que los residentes han recibido durante su visita.

La Fundación DomusVi transformará todas las muestras de cariño en un donativo que entregará a una entidad dedicada a investigar sobre la enfermedad de Alzheimer o a una asociación de familiares que padecen esta enfermedad neurodegenerativa. En 2021, dicha cantidad ascendió a 10.000 euros.