Lo que muchos no se atreven a decir sobre las Residencias. ¿Buscas una? ¡Te ayudamos!

La mayoría de las personas mayores y sus familias tratan de permanecer en sus casas el mayor tiempo posible. Sin embargo, en numerosas ocasiones los problemas de salud, seguridad y de conciliación de la vida familiar desembocan en la situación de tener que elegir una residencia donde continuar este periodo vital. Por lástima, no todas las residencias para personas mayores llevan a cabo una correcta atención sanitaria y psico-social. A pesar de ello, existen excelentes centros que brindan una buena atención. ¿Sabes qué tienes que tener en cuenta en tu búsqueda?

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Estas 10 cualidades te ayudarán a elegir la mejor residencia que puedas encontrar:

1. Respeto

Durante tu visita, numerosos detalles te darán información sobre el trato que los residentes reciben. Todos deben ser tratados con respeto, sin tener en cuenta su condición física, mental, social o sexual. El personal debe ser amable y atento a la hora de prestar la atención requerida. ¿Cuántas veces has detectado necesidades en un residente sin que ningún profesional actúe para resolverlas? ¡Huye! Y por supuesto, descarta este tipo de residencias de tu listado. Huelga decir que la privacidad de los residentes ha de ser respetada en todo momento: pequeños detalles como llamar a la puerta antes de entrar hablan por sí mismos.

2. Actividades

Debe haber una variedad de actividades sociales, físicas y educativas disponibles que sean de interés para todos los residentes. La interacción con la comunidad fuera de la residencia de mayores debe fomentarse con grupos culturales, asociaciones, o grupos que comprendan diferentes edades para potenciar el sentimiento de pertenencia a la sociedad, a pesar de vivir en un «núcleo» exclusivo para la tercera edad. Formar parte de una residencia no implica el abandono de la vida ocupacional ni social. Actividades de estimulación cognitiva, gimnasia, juegos de ocio y talleres específicos como las clases de baile deben ser actividades abundantes en el calendario de una buena residencia

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3. Buena comida

Las comidas equilibradas y atractivas dentro de un ambiente agradable y de interacción social suman puntos en tu elección. ¿Te gustaría que nadie tuviese en cuenta tus preferencias y la única opción para comer fuese ese plato que siempre has odiado? Si los residentes necesitan comidas especiales debido a problemas de salud, dificultades para comer o debido a gustos y diferencias étnicas o culturales deben estar disponibles. El personal debe estar controlando la ingesta nutricional y notificar a la familia y / o el médico si el residente se está alimentando correctamente o tiene dificultad para comer.

4. Ambiente hogareño

Se debe hacer todo lo posible para mantener un ambiente hogareño y cómodo para los residentes. Imagina vivir para siempre en un hospital. ¿Te convence? Los residentes deben tener la facilidad para poder utilizar algunos muebles de su casa en sus habitaciones y adecuar su espacio para hacer de él su hogar.

5. Servicios

Servicios extra que hagan destacar a una residencia pueden ser espacios de belleza y peluquerías. Los residentes pueden tener una mayor sensación de bienestar si son capaces de sentirse bien con su apariencia física. Otros servicios como el acceso a Internet son cada vez más comunes en residencias de personas mayores. La tecnología ha llegado para quedarse y los residentes que disponen de nuevos modos de comunicación ven reforzada su autoestima cuando por fin son conscientes de que están hablando y viendo en directo a su nieto que desde hace un año se fue a trabajar a Alemania.

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6. Ambiente seguro y limpio

Los pasillos y las puertas deben estar libres de obstáculos que puedan causar lesiones y deben estar bien iluminadas. Cuando visites una residencia y notes olor a orina o heces…¡vuelve a huir! Los residentes deben estar arreglados y aseados.

7. Horario

Las familias y los residentes potenciales deben tener permitido aparecer en «cualquier momento» (dentro de lo razonable, la media noche no es el mejor momento para una visita). Cuando una residencia tiene algo que ocultar los horarios inflexibles son su mejor solución.

8. Demasiados residentes sonrientes: ¡cuidado!

¿Cómo pueden un montón de personas felices ser una señal de que algo va mal? Bueno, eso depende. ¿Has programado tu visita o te pillaba de camino de vuelta del trabajo?. Si la has programado, debes saber que algunas residencias harán cualquier cosa para hacer una venta. Y si eso significa poner a los pacientes con demencia en la cama y repartir una ronda adicional de píldoras de la felicidad para que el lugar parezca tranquilo y sereno, que así sea. Si todo el personal sonríe como para los paparazzi, seguimos sin encontrar nada bueno. Seguramente el director de la orquesta dio una charla sobre las apariencias. Prueba a hacer una visita de manera inesperada, es normal que encuentres una mezcla de ajetreo y bullicio, de sonrisas y lágrimas.

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9. ¿Cuántos miembros del personal puedes contar?

No es suficiente con contar los uniformes. Asegúrate de ver lo que hay en esas etiquetas del nombre. En cada turno debe haber un número mínimo de auxiliares y enfermeras que se requieren por ley (hay menos por la noche). Mientras tanto, ten en cuenta la forma en que interactúan con los residentes. ¿Son amables y casuales?, ¿hay tensión?, ¿las enfermeras se toman su tiempo para llamar a los residentes por su nombre y les ayudan si los auxiliares están ocupados? Cuando los auxiliares están ocupados, es sencillo detectar cómo gestionan los tiempos de espera del resto de residentes. Hay una gran diferencia entre ignorar una llamada y no ser capaz de responder por estar desbordado. Muchos residentes temen la habitual respuesta del «ya voy» tras haber sufrido eternas esperas constantes para pedir algo tan básico como ir al servicio. Y yendo más allá…¿dónde está el director? Ha de hacer algo más que apariciones estelares, entre otras cosas, conocer el nombre de cada residente.

10. Usa tus habilidades de observación

Al visitar una residencia te corresponde detectar estos pequeños detalles, son los que marcarán la diferencia. No esperes a que el personal de marketing o el director te enseñen los defectos. Si alguien te acompaña resultará más completa la visión de cuatro ojos. Puedes no ser capaz de darte cuenta de todas estas cosas antes de tomar la decisión. Pero incluso cuando finalmente tu familiar ingrese en la residencia, deberás prestar atención en cada visita. Una residencia de personas mayores no puede ser una imagen perfecta el 100% del tiempo, pero los aspectos positivos deberían pesar más que los defectos.

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