recuperación económica

El cuidado a la vejez y la recuperación económica

La recuperación económica post pandemia

El mundo entero se encuentra en un panorama adverso, el Banco Mundial estima que para el 2020 la economía mundial cayó un 4.3%[1]. En este contexto todas las actividades en torno al cuidado, y particularmente el cuidado en la vejez, ofrecen una oportunidad única para la recuperación y el crecimiento económico, así como también afrontar los retos sociales y ambientales a los que se enfrenta la humanidad.

La economía del cuidado incluye todas las actividades domésticas de alimentación, limpieza y ayuda en el hogar, que son realizadas tanto en el sector formal como en el sector informal, de manera remunerada o no, incluyendo el cuidado de niños, enfermos y adultos mayores.

Las restricciones a la interacción social para disminuir la propagación del virus Covid-19 han generado en menor o mayor medida una disminución de las actividades productivas. Sin embargo, este efecto ha sido más fuerte en sectores cuyas actividades implican aglomeración y grandes retornos de escala como el turismo, el espectáculo, los restaurantes y el transporte. Mientras que por otra parte los sectores considerados indispensables, como la alimentación, la limpieza y los servicios de salud, han sido menos afectados.

Asimismo, la tasa mundial de dependencia ha aumentado, y se espera que para el 2100 sea de 66%, eso significa un mayor porcentaje de niños menores de 14 y de adultos mayores de 64 años. Sin embargo, de estos dos grupos poblacionales, el de mayor crecimiento es el de los adultos mayores, que para 1960 era del 8.59%, mientras que en el 2017 esta cifra había crecido al 12.96%. Se espera que esta tendencia continúe y que para el 2100 el porcentaje de adultos mayores sea de 22%[2].

Tanto la dinámica de interacción social restringida dado la emergencia sanitaria como el cambio demográfico, han mostrado que las actividades de cuidado, y particularmente de cuidado para las personas adultas mayores, tienen el potencial para convertirse en un motor para el crecimiento económico.

Si a lo anterior le sumamos los cambios que implica la Cuarta Revolución, podemos observar todas las ventajas que trae la aplicación de tecnologías como a inteligencia artificial, la telemedicina o la bio-impresión 3D de órganos, en el cuidado de las personas a medida que envejecen, incrementando el potencial que tiene el sector del cuidado.

Por un lado, la inteligencia artificial permite un diagnóstico más preciso, así como también una mejor gestión de los riesgos, como aquellos asociados a la polifarmacia, o a las lecciones debido a caídas. Por ejemplo, el modelo de predicción de caídas implementado por la compañía de salud estadounidense Humana[3].

Por otra parte, el Internet de las Cosa (IoT en inglés) permite un mayor monitoreo de variables relevantes como ritmo cardiaco, niveles de glucometría, entre otros, mediante dispositivos vestibles (wearables en inglés), así como una dispensación de medicamentos inteligente, de acuerdo a un plan de tratamiento.

Sin embargo, en las actividades de cuidado de los adultos mayores hay un gran componente de empatía y atención, por lo que además de estas herramientas tecnológicas, se hace necesaria la intervención humana, lo que convierte al sector en una gran fuente de puestos de trabajo, sobre todo de cuidadores y acompañantes.

Adicional a esto, una estructura económica que se centre en el cuidado puede ayudar a cerrar las brechas de genero existentes, ya que estas actividades de han sido ejercidas tradicionalmente por mujeres.

En definitiva, la pandemia ha llevado a visualizar aspectos relevantes para la economía, como lo es el cambio demográfico y tecnológico, y el potencial que hay en las actividades de cuidado de los adultos mayores para generar crecimiento. Sin embargo, antes estas actividades deben ser visualizadas, incluidas en las medidas de crecimiento económico y contempladas en la elaboración las políticas públicas, para poder aprovechar todo el potencial que representa este sector.

[1] https://www.bancomundial.org/es/publication/global-economic-prospects

[2] https://ourworldindata.org/age-structure

[3] https://www.healtheconomics.com/industry-news/humanas-introduces-predictive-model-for-falls-and-fractures

 

Cristina Calle

Magister en Economía.

Asesora en SaBios Cuidado y Bienestar.

Colombia.