gerontofobia venezuela

Genocidio senil venezolano y/o gerontofobia instituida

Por su frecuencia, resulta muy obvio para los venezolanos, tanto viejos como jóvenes, que en el país estamos ante un genocidio auténtico e irrebatible de los adultos mayores o ancianos, decesos con visos de una planificación sistemática del régimen chavocastromadurista, violatorio de la Convencion Internacional del Adulto Mayor (OEA/SAJ/DDI), o Convención Interamericana sobre la Protección de los DDHH de las personas mayores.

Negarles la atención médica a las personas mayores presume una sentencia de muerte asegurada, tácita y desiderativa; un aligeramiento hacia el proceso natural de la muerte, acción que viene acompañada por todo un conjunto de medidas que hacen imposible una vida digna a estas personas: falta de alimentos, carestía de medicinas, colas extralargas para cobro de pensiones, equivalentes a poco menos de unos USD 1,58, lo que, aunado al cierre de hospitales, están sometidos a malostratos, ante la desidia impasible del gobierno, actitud similar al exterminio de enfermos y ancianos a manos del Tercer Reich en Auschwitz.

Pensionados venezolanos residenciados en el exterioracumulanhasta más de unos 60 meses sin recibir pago alguno.

Gerofobia, gerascofobia, gerontofobia y vejismo (ageism, en ingés) son términos empleados para designar el temor a una vejez larga y segura. Ninguna de las mencionadas aparece en el DRAE.

Pero, al digitarlas por alguno de los buscadores de la Internet podríamos enterarnos de su vigencia e importancia. Por una parte, acerca del miedo de llegar a viejo y, de otra, por las actitudes negativas y el repudiohacia las personas viejas, a causa de estereotipos y preconceptos (prejuicios) sobre la vejez.

Tal repulsión tiende a reforzarse en Venezuela, cuya población, en virtud del éxodo de jóvenes, acentúa el influjo de los adultos mayores.

En el mundo hay, cada vez, un número mayor de personas viejas y estas podrían vivir más años; es decir, el envejecimiento poblacional es un desafío al cual los individuos, el Estado y la sociedad tendrán que reconsiderar.

Isaías Márquez (71)

Caracas, Venezuela