viajes para mayores

Un nuevo concepto de viajes para mayores muy mayores.

 

 

Viajes para mayores de 80 años

El acompañamiento continuo y el hecho de viajar con grupos desde 1 a un máximo de 4 personas son algunos de sus elementos diferenciadores.

Viajes para mayores que no van de viaje”. Así es como define Juan Cabrillana a su Agencia de viajes a medida para personas mayores.

Este asturiano, madrileño de adopción, decidió dar un giro a su vida después de 27 años trabajando en el área financiera de la editorial Anaya.

SOY UN INSENSATO. Crear con 54 años una Agencia de viajes online para mayores (muy mayores) a los que acompaño y encima en tiempos de pandemia, no es serio.”

Antes sí que era una persona seria, trabajaba 10 horas al día de lunes a viernes como cualquier persona seria. Estaba estresado, aburrido, desencantado, pero tenía un trabajo serio.”

 

Por qué viajar si eres mayor

Las personas mayores cuya vida se limita a quedarse en casa o seguir unas rutinas, necesitan algo más.

Cuando la vida se limita a quedarse en casa, saben lo que se van a encontrar, es decir, conocen donde están los cuadros de las paredes, el mando de la televisión o las fotos de la familia.

También cuando la vida tiene una rutina, salir a dar un paseo al parque, leer el periódico o quedar con los amigos, se puede anticipar, con bastante fiabilidad lo que va a suceder en ese día.

Por supuesto, todo esto es muy importante, pero no suficiente.

Porque el cerebro trabaja poco, tiene poco que aprender y memorizar.

 

Cómo ayuda a las personas mayores viajar y tener nuevas experiencias

A todo lo anterior, aun siendo positivo, le falta el “empuje emocional”, que comienza al enfrentarse con lo que no se conoce.

Precisamente, viajar significa esto. Viajar quiere decir en esencia aprender y memorizar, quiere decir, adquirir percepciones y memorias nuevas, estímulos nuevos, desafíos nuevos, costumbres nuevas.

Viajar ayuda a mantener el cerebro activo. Pero lo más importante, es la emoción que se asocia a esta actividad. Aparece la curiosidad y nuevas situaciones a las que se tienen que enfrentar.

Además, reciben de un modo placentero, un montón de información y por tanto de conocimiento que se queda almacenada en su cerebro.

En definitiva, se trata de dejar de vez en cuando de lado lo conocido y hacer algo nuevo.

 

¿Y qué pasa con las personas mayores que ya no pueden viajar solas?

Hay muchas personas mayores que no pueden hacer un viaje por su cuenta y no encuentran a nadie que se lo organice de la forma que ellos necesitan.

Viajesdelaedadtardia.es, es una agencia cuya propuesta de valor, es llevar de viaje a personas mayores que tienen algún tipo de discapacidad o dependencia, se sienten desprotegidos, tienen temores, inseguridades…

Se trata de que vean que existe una manera diferente de viajar, sin ninguna preocupación, con total seguridad y el fuerte impacto positivo que viajar y vivir nuevas experiencias puede tener sobre su estado de ánimo.

Con más de 80 años aún es posible hacer un gran viaje.

 

Lo que hace que Viajes de la Edad Tardía sea diferente.

El acompañamiento continuo y el hecho de que viajar con grupos desde 1 a un máximo de 4 personas son algunos de sus elementos diferenciadores.

Son viajes tranquilos, les recoge en su casa, duermen en alojamientos únicos y con relevancia histórica, comen en restaurantes donde prime la gastronomía local y realizan actividades singulares para sumergirse en la historia y el estilo de vida local.

“Viajamos ellos y yo, esto nos permite una flexibilidad total, no hay prisa, no hay que madrugar, ni esperar a nadie, ni hacer visitas a contra reloj o ver cosas que no les interesan.”

Existen viajes ya diseñados que se pueden ver en la web, pero también diseña viajes a medida en función de las preferencias y necesidades de los mayores.

Una propuesta diferente de viajes para personas mayores, el viaje se adapta a ellos, a su ritmo, a sus necesidades y preferencias.

Despertando la curiosidad.

 

De dónde surge viajes para mayores

Fue durante una excedencia para el cuidado de su madre, cuando al comprobar la falta de motivación de muchas personas mayores para llevar a cabo actividades, decidió dejar su empresa para embarcarse en esta aventura.

“Mi madre vivía en un resort para mayores en Alicante, tenía 85 años, estaba prácticamente ciega (DMAE), una demencia avanzada y cuidados paliativos en cardiología. La llevaba a la piscina, a la playa (le encantaba escuchar el rumor de las olas), a pasear por Santa Pola y otros pueblos del entorno. Para los mayores que vivían allí era el hijo perfecto.”

“Ahora que tenía tiempo, me habría gustado viajar con ella, llevarla a lugares a los que sé que le habría encantado ir, pero ya no tenía sentido, le daba igual estar en un sitio que en otro.”

Esto le llevó a pensar que lo que no había podido hacer con ella, podría hacerlo con otras personas mayores. Mayores que no encuentran a nadie que organice un viaje de la forma que ellos necesitan.

 

La felicidad no está en los bienes materiales, sino en los recuerdos

La felicidad no reside en los bienes materiales que poseemos, la clave está en los recuerdos almacenados, por eso nuestras mayores inversiones deberían ir hacia experiencias que crean recuerdos para toda la vida.

El fin de un viaje es la búsqueda del bienestar; es algo pleno. El fin de una compra de un bien material es rellenar de forma inmediata un vacío; es algo efímero.