El Teatro de Los Yayos

A 34 kilómetros al norte de la ciudad de Madrid nos hemos citado con un grupo de personas admirables. La mayoría rondan la década de los 70´s, madrugan mucho y les apasiona el teatro, pero también las nuevas tecnologías que les permiten estar «conectados» al presente. Ante la propuesta de entrevistarles para una revista digital, rápido quisieron que la publicasemos para difundirla entre sus familias y allegados. Algunos de ellos, en el extranjero.

Hace alrededor de seis años surge el Grupo Los Yayos a partir del interés de unos amigos inquietos y sensibles hacia la cultura. Una actividad promovida por el Ayuntamiento de San Agustín del Guadalix desde la Concejalía de Mayores.

A modo de guión -casi- teatral reproducimos esta charla tan entrañable que podría ser una obra de grandes vidas:

Redacción: ¿Como surgió la idea de apuntarte a clases de teatro?

María del Carmen Alonso (n.1944): «Necesito movimiento y además me encanta practicar la memoria. y todo lo que me pueda facilitar mis enfermedades. La experiencia ha sido femenomenal. Es una cosa preciosa».

R: ¿Qué dice tu familia?

María del Carmen: «Mi familia está muy contenta. Tengo 7 nietos que acuden a las representaciones. Siempre dicen que su abuela es una número 1 y como te puedes imaginar, me siento más ancha que una gallina con sus pollos».

Rogelio Rodríguez (n.1940): «Yo nunca hice teatro y surgió sin pensarlo. Ahora estoy encantado. Yendo a gimnasia y venimos con mi esposa».

R: ¿Estás contento?

Rogelio: «Voy a muchas actividades, desde gimnasia a memoria y también juego a las cartas. Para mi no ha sido fácil y ni lo es por que si hubiese empezado de joven sería otra cosa pero a mis 78 años, me ha costado mucho trabajo. La memoria me falla muchísimo pero la expresión y la actividad me refuerza cuando me atasco. Lo disfruto mucho».

R: ¿Cómo lo estás viviendo tú?

Ángel Carretero (n. 1947 ): «La vida en este pueblo me encanta. Aquí hay muchas actividades. Yo de joven hice teatro en Vallecas. Aquello lo tenía olvidado pero hace unos años lo he recuperado».

R: ¿Está cumpliendo este taller de teatro tus expectativas?

Ángel: «Completamente».

R: ¿Qué es lo que más te satisface?

Ángel: «La practica de tener que estudiar y memorizar pero sobre todo, la relación con los compañeros que es fenomenal. Cuando hacemos las representaciones en el pueblo es muy agradable sentirte reconocido por la calle».

R: ¿Cómo está siendo esta experiencia?

Yedra Lanchas (n.1947): «Muy contenta y con mucha ilusión».

R: ¿Crees que a esta edad necesitas más contacto interpersonal?

Yedra: «Sí, porque cuando eres más joven lo vives de otra manera y ahora parece que necesitas tener a más gente alrededor. Además es muy gratificante».

Ángel: «Nos levantamos a las 7.30 todos los días. Tenemos tal cantidad de actividades que normalmente la gente antiguamente a nuestra edad no las hacían».

R: ¿Recordáis a vuestros abuelos?

Emilia Cañaveral (n. 1950): «Sí. Somos extremeños. Mi abuela (Julia Mayoral) se fue a Brasil y allí nació mi madre que volvieron cuando ella tenía 10 años. La abuela me enriqueció mucho con sus vivencias y su tienda de café «.

María Carmen: «Yo a mi abuela siempre la recordaré con el moñito, con una faldiquera negra donde metía el dinero (también mi propina de 50 céntimos) y crió a 32 hijos. Ella tuvo 17 y la recuerdo siempre trabajando en la posada del pueblo. Se había casado con un señor que tenía 15 hijos. Nosotros somos de Esquivas (Toledo)»

Emilia: «Yo tengo un nieto con dos años. Mi marido le lleva al cole».

R: ¿Os habéis sentido forzados a hacer de abuelos dejando vuestros planes?

Emilia: «No, no. Voluntarios completamente. Estamos encantados».

Ángel: «La tarea es voluntaria pero muy necesaria».

R: ¿Podeis decir que estás disfrutando de esta etapa más de que la que vivieron vuestros abuelos?

Ángel: «Hombre sí. Totalmente».

R: ¿Os sentís más plenos?

Yedra: «Sí. No te imaginas lo que ellos me han enriquecido. Este grupo es como una familia».

Emilia: «Mis compañeros de Teatro son como mi familia. Cualquier cosa que ponen en el WhatsApp lo tengo que leer de inmediato. Les contesto rápido. Nos reímos mucho. Y luego lo bonito es cuando la gente del pueblo nos ve y nos dice ¿cuándo coña hacéis otra obra? Siempre en junio. Una función al año. El próximo 23 de junio».

Todos: «Nuestro profesor Mario es un encanto».

Mario López, el profesor rodeado de sus compañeros agradecen al público el cariño con que reciben cada función teatral

Yedra: “Cuando a alguien le pasa algo, nos volcamos todos para apoyarnos. Nos queremos de verdad, como una familia”.

Emilia: “Hace poco murió Emilio, el marido de nuestra compañera Elena -una de las impulsoras-. Fue un episodio muy duro. Lo hemos pasado muy mal. La última representación estuvo él con nosotros».

R: ¿Cómo crees que la gente joven ve a los mayores?

María del Carmen: «Yo les veo muy bien. Encantadores hacia a nosotros».

Angel: «Nos ven como unos privilegiados porque ellos me han dicho ¡Cómo vivís ahora los jubilados, eh! Si hacéis todo lo que queréis. Vais a gimnasia, a informática, al teatro. Tenéis tiempo para hacerlo y nosotros andamos agobiado. Nos quieren mucho. Yo he participado en algunas representaciones de teatro con jóvenes. Nos gustaría hacer más cosas con ellos pero por horarios es imposible. Ellos tienen que cumplir con los estudios”.

Rogelio: “Mis hijos me decían que tenía que jubilarme. Así que todas estas actividades han sido una salvación. Me dio un infarto pero esto no me ha parado».

Emilia: “Mi marido a veces me dice: Si estás mala, chiquilla, con la garganta. No vayas… y yo le digo, no puedo dejar a mis compañeros».

María Carmen: “Si te quedas en el sofá sentada entonces es cuando te da la depresión. Así que nosotros nos vamos a jugar a las cartas y a todo lo que haga falta”.

R: ¿Recomendáis esta actividad?

«Sí, si». respondieron todos al unísono.

Rogelio: «Ya descansaré cuando me muera».

Emilia: «Hay que luchar con fuerza. No te puedes quedar quieta».

R: ¿Cómo les enganchamos a la vida a aquellas personas que están de bajón y se acomodan en el sofá?

Rogelio: «Que apague la televisión y ayude a los demás que es lo mejor».

Emilia: «Que no te gusta el teatro, pues a la gimnasia. Que no te gusta la gimnasia, a la informática».

R: ¿Hay alguien al que admiréis mucho?

Angel: «A mi tocayo, el Padre Angel que con su trabajo con la gente más desfavorecida es digno de mi alabanza».

Sin duda, este redactor admira a estas personas que se reinventan e ilusionan su rutina con solidaridad, aceptando nuevos retos y regalándonos su creatividad.

La función del próximo mayo que ya están preparando es una comedia Los Palomos de Alfonso Paso, que en el cine protagonizaron José Luis López Vázquez y Gracita Morales.

Según nos comentó Mario, su profesor, los beneficios personales son evidentes, desde la autoconfianza, la mejora de la memoria, la desinhibición, el control corporal y la improvisación. ¿Los beneficios grupales? Amistad, confianza, escucha activa, solidaridad y sentimiento de pertenencia a un grupo. ¿Se puede pedir algo más? !Sí, vuestro aplauso!


En la foto (de izquierda a derecha): Yedra (La Adrada, Avila), Ángel (Tomelloso, Ciudad Real), María del Carmen (Esquivias, Toledo), Rogelio (León) y Emilia (Cañaveral, Cáceres).