Consejos juveniles

El envejecimiento es un proceso que protagoniza obras artísticas desde todas las disciplinas, incluido la poesía. Coméntanos que te pareció el poema de la célebre Gloria Fuertes. Nos gusta leerte.

En vez de pensar que Don Tiempo

momento a momento te lleva a la Muerte,

piensa que su tía

la Doña Alegría

minuto a minuto te lleva a la Vida.

¡Exprime el limón!

¡Saca todo el jugo de la gran Función!

La Vida es la percha.

Aprovecha,

cuelga del pitorro

la lóbrega idea

y canta en el corro:

«El patio de mi casa no es particular

cuando lloro se moja como los demás».

Como los demás, 

sufrir todos sufren

sin alardear;

compra un buscapiés,

pónsela a la Pena y pena al revés.

Que todo es cuestión,

de saber sacar

la lengua a la Zorra de la Seriedad.

¡Vístete de clown!

Y hazte a ti reír

gran espectador.

Silba por doquier,

pase lo que pase

si sigues en pie,

cómprate un yo-yo

y tira al retrete tu despertador.

¡Déjate de abstractos!,

depila tus piernas,

cómprate un bigote,

¡vete a la verbena!

Gloria Fuertes

El 28 de julio de 1917 nace Gloria Fuertes en Madrid, en la calle de la Espada, del castizo barrio de Lavapiés, en el seno de una familia humilde. Su madre era costurera y su padre portero primero del Catastro, más tarde de la Institución Gota de Leche y por último en un palacete de la calle Zurbano, donde se trasladaron en el año 1932. De los 2 a los 14 años asiste a diversos colegios, entre ellos uno de monjas en la calle Mesón de Paredes, que ella recuerda en un poema:

Me llevaron a un colegio muy triste
donde una monja larga me tiraba pellizcos
porque en las letanías me quedaba dormida».

Sus primeros años los pasa jugando en la Plaza del Progreso (hoy Tirso de Molina) y en la calle Mesón de Paredes, muy cerca de El Rastro.
Dada la escasez de medios con que contaba la familia, ella recuerda que era una “niña con zapatos rotos y algo triste porque no tenía muñecas”. Pronto encontró la manera de ayudar a su familia trabajando, como cuenta en el poema siguiente:

Mi primer juguete, una máquina de escribir
(alquilada) con la que trabajaba
copiando direcciones,
me pagaban un céntimo por cada sobre…

A los 14 años su madre la matriculó en el Instituto de Educación Profesional de la Mujer en la calle Pinar, donde obtuvo diplomas de Taquigrafía y Mecanografía, así como en Higiene y Puericultura. Pero ella que no quería ser ni niñera, ni modista, como su madre y se matriculó en Gramática y Literatura. Su familia no podía entender sus aficiones, como eran los deportes y la poesía.
Sus primeros versos, los escribe a los catorce años.

En 1934 fallece su madre:

A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
a los quince se murió mi madre,
se fue cuando más falta me hacía…

Todos estos acontecimientos adversos, intentaba mitigarlos con su afán por la lectura. Gloria tenía muy claro su destino de escritora y trataba que sus poemas fueran editados.
n 1932 se publicó su primer poema: Niñez, Juventud, Vejez… tenía catorce años.

Gloria empieza a trabajar como contable en una fábrica. Talleres Metalúrgicos, donde entre cuenta y cuenta escribe poemas. En 1935 publicó sus primeros versos y dio sus primeros recitales de poesía en Radio Madrid. Desde 1938 hasta 1958 trabaja de secretaria en «horribles oficinas», según ella misma confiesa.

A los 17 años, escribe su primer libro de poemas: Isla Ignorada

Soy como esa isla que ignorada
late acunada por árboles jugosos
– en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
sola sólo –

Poema «A un olmo seco» – Antonio Machado