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¿La artritis reumatoide puede afectar a mi mascota?

Al igual que en los seres humanos, a medida que pasan los años y nuestras mascotas se hacen mayores, aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades degenerativas producto del envejecimiento. Una de las más comunes es la artritis reumatoide, una condición crónica autoinmune que produce la pérdida y desgaste de los cartílagos y los huesos. Pero, ¿puede afectar esta patología a mi mascota?

“Todas las razas presentan la misma posibilidad de padecer artritis reumatoide, sin embargo, es más frecuente en perros de tamaño pequeño o razas ‘toy’ como el chihuahua, el yorkshire terrier o el shih tzu”, asegura Rosa Pérez Guardiola, Veterinaria del Departamento de Diagnóstico por Imagen y Traumatología en AniCura Marina Alta Hospital Veterinario. “Su diagnóstico suele ser tardío y se llega a este cuando la condición ya se encuentra en una fase avanzada y empiezan a ser evidentes los signos de la enfermedad”.

El dolor, principal síntoma de la artritis reumatoide

Cojeras en una o varias extremidades, rigidez, inflamación de las articulaciones, atrofia muscular, e incluso fiebre, anorexia y apatía, son algunos de los síntomas relacionados con la artritis reumatoide que pueden indicarnos que nuestro amigo de cuatro patas está sintiendo incomodidad y dolor. Sin embargo, es muy común que estos síntomas pasen desapercibidos, ya que nuestras mascotas suelen ocultar el dolor hasta que la condición ya se encuentra en un estado muy avanzado.

Es por ello que, como cuidadores, debemos estar atentos frente al comportamiento inusual de nuestra mascota. “En el caso de los gatos debemos tener en cuenta cambios en sus hábitos a la hora de bajar de alturas, si presentan dificultad para entrar en el arenero, apatía o falta de actividad. En los perros, el reconocimiento de los síntomas puede llegar a ser más fácil y lo observamos cuando notamos algún tipo de cojera o dificultad para levantarse” explica la veterinaria de Anicura Marina Alta.

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En caso de que nuestra mascota sea diagnosticada con artritis reumatoide, debemos saber que, aunque no tiene cura, debe ser tratada de manera inmediata para evitar que el dolor aumente con el paso del tiempo. Su tratamiento suele ser de por vida y se compone de medicación con antiinflamatorios e inmunosupresores, así como un cambio en la dieta y ejercicios controlados.

La prevención clave en la artritis reumatoide

Está demostrado que uno de los principales factores asociados al desarrollo de la artritis reumatoide es el virus del moquillo, por ello una correcta pauta de vacunación, puede ayudarnos a prevenirla. Por otro lado, el control de peso, el fortalecimiento de las articulaciones y las dietas ricas en omega 3, 6, vitamina E y DHA puede llegar a ser grandes aliados a la hora de frenar la aparición de esta y otras enfermedades degenerativas.