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¿Cómo elegir una almohada?

 

El sueño es sagrado. Y es que tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina, una persona adulta debe dormir entre 7 y 8 horas diarias para tener un correcto descanso que beneficie la salud. En este proceso influyen muchas decisiones: el colchón que hemos comprado, tener una cama aseada e incluso la almohada que usemos.

Por eso si te estás preguntando cómo elegir una almohada, hoy queremos ayudarte a encontrar la almohada perfecta para ti.

Analizaremos los tipos que existen, cómo elegir entre diferentes opciones y las cuestiones relativas al tamaño de la almohada.

Conoce los tipos de almohada

Cómo elegir una almohada no tiene sentido si no sabemos los tipos que existen. Y es que, aunque llevemos años con este elemento bajo la cabeza, debemos saber que podemos acudir a diferentes opciones dependiendo del tipo de material con el que estén fabricadas:

Almohada de plumas: las almohadas de plumas llevan muchos años en las camas de miles de hogares. Su principal ventaja es que son muy duraderas. Pero si hablamos de descanso, son una de las peores opciones, puesto que no tienen mucha firmeza. Además, son poco transpirables, por lo que no son aptas para personas con alergias.

Almohadas de látex: si te contábamos que las almohadas de plumas acumulan polvo y ácaros, vamos con su antítesis. El látex es un material hipoalergénico perfecto para aquellas personas que sufran de alergia a los ácaros. Las almohadas de este tipo se caracterizan por tener una firmeza media.

Almohadas viscoelásticas: a la par que los colchones viscoelásticos se fueron apoderando del mercado, también lo hicieron las almohadas de este material. Su principal característica es su adaptabilidad a la forma de la cabeza, gracias a la espuma de poliuretano con memoria que contienen. Son una opción perfecta para tener mayor comodidad, aunque si has usado otro tipo de almohada con menor firmeza te puede costar adaptarte a ellas.

Almohadas de fibra: las almohadas de fibra tienen la fama de ser las más económicas. A pesar de ello, son almohadas bastante firmes, aunque intenten imitar a las plumas. En su interior podremos encontrar fibras de poliéster, un material bastante usado en otros elementos del descanso.

Almohadas de gel: las almohadas de gel son las más recientes. Empezaron a fabricarse hace relativamente poco tiempo, y en su interior guardan espuma de poliuretano con polioles sintéticos o naturales. A priori, pueden parecerse mucho a las viscoelásticas, sin embargo, son más económicas y transpirables. Muchas almohadas y colchones combinan esta tecnología con la viscoelástica para un confort extra.

Ya fuera de los materiales, también hay almohadas que se distinguen por su utilidad. Un claro ejemplo son las almohadas cervicales, que buscan evitar problemas en esta zona de la espalda.

Ahora que ya sabes cuáles son los tipos de almohada, echa un ojo a las opciones que encontrarás en Hypnia.es, su opción de almohadas viscoelásticas y ergonómicas no te defraudará.

Cómo elegir almohada por tamaño

Cuando hablamos de comprar una almohada hay otro factor que debemos tener en cuenta. Más allá del material, debemos saber que el tamaño es relevante dependiendo en la postura en la que dormimos:

Almohada baja: dormir boca abajo no es una de las posturas más cómodas ni beneficiosas para el descanso. Sin embargo, hay muchas personas que lo hacen. Para estas, lo mejor es elegir una almohada de menos de 10 cm de tamaño. Almohada media: una almohada media, que se encuentra entre los 10 y los 13 centímetros, es perfecta para las personas que duerman boca arriba.

Almohada alta: las almohadas de más de 13 centímetros están recomendadas para aquellas personas que duermen de lado. Con ellas conseguimos que la columna esté alineada con el cuello, evitando dolencias en las vértebras cervicales.

Aparte del tamaño, también debemos tener en cuenta la dureza de la almohada. De nada servirá tener una almohada de 12 centímetros con dureza baja. Cuando pongamos la cabeza sobre ella, seguramente su tamaño se quede en menos de 10 centímetros.

Elegir una almohada que se adapte a tu colchón

Cuando elijas una almohada también tendrás que conocer para qué colchón va a ir destinada. De nada nos vale tener una almohada doble en una cama de 90×190. En este caso, necesitaremos una almohada individual.

Si compartes una cama de matrimonio con otra persona, seguramente necesites o una almohada doble que cubra todo el ancho de la cama o dos almohadas individuales. Esto también debes tenerlo en cuenta para saber cómo elegir almohada.