La pérdida de peso podría ayudar al diagnóstico y tratamiento del Alzheimer

El hallazgo podría ayudar en el tratamiento de la demencia.

Los investigadores dirigidos por Deborah Gustafson, PhD, MS, profesor de neurología en SUNY Downstate Medical Center, han demostrado que las mujeres con una variante del gen (alelo APOEe4) asociado ala enfermedad de Alzheimer sufren una disminución más pronunciada en el índice de masa corporal (IMC), después de los 70 años que aquellas mujeres que no tienen la versión del gen, cuando todavía no sabemos si van a desarrollar demencia o no. El hallazgo se suma a un cuerpo de evidencia que sugiere que el cambio de peso puede ayudar en el diagnóstico y manejo de la enfermedad de Alzheimer.

Las mujeres mayores portadores del gen relacionado con el Alzheimer pierden más peso.

Los resultados del estudio se han publicado online en Journal of Alzheimer’s Disease. El Dr. Gustafson, investigador principal, señala que las mujeres tienden a la evidencia de una relación en forma de U entre la edad y el peso corporal o el índice de masa corporal (IMC), un marcador común de sobrepeso y obesidad. Desde la mediana edad hasta los 70 años, los adultos aumentan de peso. Al pasar de los 70, el peso tiende a disminuir. Este cambio de peso durante el curso de la vida puede ser debido al envejecimiento, los cambios en la composición corporal, el metabolismo de la energía, los cambios sensoriales, y los cambios en el cerebro relacionados con la regulación de los procesos básicos del cuerpo.

Unos kilos más, o menos.

Entre los adultos que desarrollan demencia, sin embargo, el curso de la vida del IMC varía. Los estudios han demostrado que tener sobrepeso u obesidad en la mediana edad puede aumentar el riesgo de demencia. Los estudios también han demostrado que después de los 70 años, los adultos que desarrollan demencia pueden perder peso más rápidamente en comparación con aquellos que no desarrollan demencia y que si uno tiene unos kilos de más en la edad adulta, es protector tanto para la demencia como para la muerte.

En este estudio, han seguido a mujeres suecas durante casi 40 años desde los 38 a los 60 años. Se midió su IMC en relación con la aparición de demencia, y se consideró potencial el papel del alelo APOEe4, un conocido factor de riesgo para la demencia de inicio tardío. En una publicación anterior, demostraron que el desarrollo de la demencia se asocia con un patrón específico del cambio del IMC a lo largo de la vida. Las mujeres que desarrollaron demencia después de 65 años tendían a ganar el IMC a un ritmo más lento que décadas atrás.

Próximos pasos.

El cambio de peso corporal y el IMC son fácilmente medibles y posibles indicadores de pronóstico no invasivos para la demencia. Una mejor comprensión del factor de riesgo del APOEe4 y su modificación podrían ayudar a comprender cuál es la mejor intervención para aquellos con mayor riesgo de desarrollar demencia.

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Imagen: Anita O´Day. Sufrió enfermedad de Alzheimer y falleció a los 87 años.  Recuperada de Wikipedia.