En la actualidad, aún se sigue limitando la autonomía de las personas mayores y se les priva de su dignidad. Vemos esto en las políticas de pensiones que no son universales o que no están garantizadas por la ley, y donde el valor de la pensión es tan bajo que las personas mayores continúan dependiendo financieramente de los demás. Lo vemos en edades obligatorias de jubilación que excluyen a las personas mayores de la fuerza de trabajo o en los límites de edad que niegan a las personas mayores el acceso a servicios de salud y servicios financieros.
A pesar de que el marco de los Derechos humanos está en continua evolución y está respondiendo a las diferentes formas de discriminación y privaciones de la dignidad a medida que se van haciendo visibles, las personas mayores se siguen sintiendo estereotipadas porque no pueden tomar sus propias decisiones, se sienten incompetentes y una carga en general. ¿Qué mejor manera de celebrar los 70 años de la Declaración que con el reconocimiento de una convención de la ONU sobre los derechos de las personas mayores?
Bajo este escenario, se plantea el presente debate de expertos para analizar y reflexionar sobre el derecho a la igualdad y a la no discriminación; y el derecho a no sufrir violencia, abuso y abandono, en el contexto de una futura Convención de Naciones Unidas en defensa de los derechos de las personas mayores.
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