«Los Mayores también somos inconformistas, activistas y muy luchadores» Federico Armenteros – Pdte. Fund. 26 de Diciembre

La educación tiene que transmitir que como seres humanos tenemos la obligación del respeto. Esta es la clave: educar en respeto y valores que favorecen el bienestar de las personas individual y grupal, el construir en común. 

  • Cuando hablamos del colectivo sénior tendemos a uniformarlo y seguramente, algo similar ocurre cuando hablamos de las personas LGTBI. ¿Cómo podemos comunicar su diversidad y lo que es más importante, educar en la riqueza de la diferencia y el respeto al otro?

La sociedad actual suele tender a la simplificación puesto que nos conformamos y educamos sobre valores de uniformidad y no de igualdad, del pensamiento único, donde la diversidad es algo a combatir; “de esos polvos tenemos estos lodos”.

Las nuevas generaciones y la implicación del propio colectivo en la creación de leyes que garanticen los derechos de las personas LGTBI están siendo el motor del cambio. No nos podemos olvidar que las personas mayores LGTBI han y hemos sido educadas sin derechos, estigmatizadas, apartadas por enfermos, peligrosos y pecadores por nuestra condición sexual. Estamos pagando todavía un alto precio por la exclusión, pero afortunadamente se está cambiando; la convivencia con otros grupos organizados de mayores, en igualdad y conocimiento mutuo nos han ayudado a iniciar un camino de entendimiento y colaboración desde la diversidad.

Potenciar espacios, programas de encuentro entre iguales poniendo en valor la diversidad afectivo sexual, nos enriquece y sobre todo mejora nuestra calidad de vida. Nos libera de prejuicios, juicios y creencias construidas desde la hegemonía heteronormativa, el pensamiento machista y patriarcal que tanto daño nos está haciendo al conjunto de la humanidad.

La educación es el pilar principal para el cambio, y ésta tiene que favorecer el encuentro, el entendimiento, la colaboración entre los iguales y diferentes, partiendo que todo ser humano es único e irrepetible. La educación tiene que transmitir que como seres humanos tenemos la obligación del respeto. Esta es la clave: educar en respeto y valores que favorecen el bienestar de las personas individual y grupal, el construir en común. Todos y todas somos necesarias e importantes, todas las personas aportamos al común nuestra diversidad y eso nos enriquece.

  • El tópico reproduce a los homosexuales como hedonistas y eternamente jóvenes, pero la realidad es otra. Envejecen, enferman y padecen la temida soledad. Desde la Fundación 26 de Diciembre, ¿educáis en prevención?

Lo intentamos. Nuestro camino es largo y estamos, por el momento, recogiendo trozos, pedazos de  historias personales que no están en ninguna parte, situados en el olvido y en la más absoluta marginalidad, porque se les ha puesto al margen. Y han sido puestos al margen no por ser marginales por sí, sino porque no les ha quedado otro espacio; han sido personas empujadas y apartadas de la circulación. Personas rotas y dañadas por el momento histórico que les ha tocado vivir.

Uno de nuestros objetivos es trabajar la intergeneracionalidad, la de empoderar a las personas mayores para que sean protagonistas de su vida, que la dirijan y sobre todo vivan saludablemente y felices. Para conseguir este objetivo es importante realizar actuaciones de trabajo común en conocimiento y nuestro colectivo está muy falto de ello. Las personas con las que trabajamos suelen estar solas, no tienen figuras familiares de apego cercano, y esto provoca que la juventud no tenga referentes en su entorno cercano; su padre, madre, abuelo o abuela no son LGTBI. Les pueden dar todo el cariño pero no las herramientas de la diversidad. Todavía, desafortunadamente, hay familias que desprecian a sus hijos o hijas diversas. También debemos enorgullecernos de cada vez son más visibles familias diversas y comprometidas con los cambios sociales que se están construyendo. Vivimos entre ambas realidades.

Nos queda mucho por aunar en la prevención colectiva y diversa ya que el envejecimiento es un hecho natural y  así lo tenemos que vivir. La vida es un camino que tiene etapas, fases y que todas son tan importantes, y se necesitan para mejorar las condiciones humanas y conseguir la felicidad.

Pero ya solo por el hecho de ser y de existir una organización visible de mayores LGTBI estamos haciendo pedagogía. Existimos, somos y estamos construyendo un mundo más agradable, diverso y bonito.

  • ¿Conocen los jóvenes vuestra lucha histórica por reconocer los derechos de amar y la libertad sexual? ¿Les hemos hablado suficientemente de la oscura caverna de la que partimos, la leyes de Vagos y Maleantes o la de Peligrosidad y Rehabilitación Social?

Afortunadamente, la diversidad dentro del colectivo y de la juventud en general es amplia. Existe una parte de la juventud muy implicada en la responsabilidad de buscar sus raíces y trabajar conjuntamente con sus afines, con quiénes te dan sentido y trabajas y disfrutas enormemente.

La lucha generacional es un hecho normalizado en todas las culturas, las personas tienen que buscar su espacio, sus ideales, porque el futuro es de ellas. Los y las mayores somos conscientes de ello porque lo hemos vivido anteriormente y hemos cambiado el curso de la historia, intentando organizarla a nuestra realidad, esa misma realidad que es cambiante y que se tienen que cambiar para vivir. En eso consiste la evolución.

Otra cosa son las creencias de la eterna juventud y grupos de jóvenes que se posicionan en el poder de hacer lo que quieren a cualquier precio y se han creído lo de la sociedad de consumo. Estos desafortunadamente son los que se les da más protagonismo mediático; solo tenemos que ir a los informativos y se abren las ediciones con macrobotellones, drogas, donde se está vendiendo una imagen que no es real. Sí que es una parte de la población pero nos abren los informativos vendiéndonos que es la imagen de toda la juventud, invisibilizando toda la juventud luchadora por un mundo más justo y de igualdad. No nos inician informativos con acciones que están haciendo avanzar a este país, nuevos emprendedores, estudiantes, asambleas juveniles de barrios, comprometidas con la sociedad y con la política…

Crean una imagen sesgada de la juventud, lo mismo que sucede con los mayores, transmitiendo la idea de carga social y gasto público. Los medios de  información y comunicación tendrán algo que ver con esto.

Igual que conocer nuestra historia reciente, son pocas los interesados en general y menos por recordar la parte oscura de la nuestra, se intenta ocultar no dar valor a los esfuerzos, represiones e injusticias que hemos vivido en esta nuestra tierra, que hace poco estaba gobernada por una dictadura y que marcó a muchas generaciones. De donde salió la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, como la Ley de Vagos y Maleantes. Es una asignatura pendiente.

  • Federico, como educador social que eres, ¿Cómo podemos romper la brecha generacional y poner en valor a las personas que con su activismo nos regalaron un presente más justo?

Como me he adelantado antes, la brecha generacional es necesaria para seguir avanzando, la tenemos que ver desde esa posición y tener otra forma de ver y resolver los conflictos. Tenemos que cambiar el sentido y ver los conflictos como algo que va a favorecer el cambio. Tenemos que trabajar dentro de una sociedad inclusiva, donde todas las edades y segmentos de población son importantes y necesarios, olvidándonos de los márgenes, los que tienen algún grado de dependencia: infancia y senectud, para ponerlas en valor de igualdad, donde se les tenga en cuenta, participen activamente y colaboren en la construcción.

Las sociedades, afortunadamente, cambian y esto nos enriquece como organización social en la diversidad hasta de edad; el empuje joven, el inconformismo que se les presupone a la juventud, también existe en las demás edades,tenemos personas mayores incorformistas, activistas y luchadoras con más de 80 años, que nos presenta  una sociedad diversa y fuera de estereotipos.

  • En estos años trabajando con los Mayores LGTBI, ¿qué has aprendido escuchándoles?

Durante estos años he aprendido y comprendido el dolor y el sufrimiento que generaciones de personas LGTBI han soportado y, desgraciadamente siguen asumiendo como algo normal y cotidiano. El desprecio, la persecución por ser diferentes les ha forjado su destino. Nos cuentan momentos, épocas vividas, donde desde los márgenes se tenía que aprender a sobrevivir.

He aprendido cómo se puede hundir y exterminar el desarrollo de las personas que se les marca a fuego por ser diferentes, por no acercarse a los valores dominantes, donde aprendes a autoexcluirte a fustigarte y a intentar corregirte. He aprendido cómo han sobrevivido las personas mayores que les ha tocado vivir una parte de la historia diseñada para eliminarlos.

He aprendido el coraje, el tesón y la lucha de personas que no se han conformado con el trozo de historia, mal interpretada, y nos han regalado su generosidad y han dado su tiempo para que la realidad cambie, he aprendido gratitud.

Y, sobre todo, he aprendido y me están enseñando el camino, novedoso, como es el del cuidado a personas, donde ellas son las protagonistas de sus cambios y de su vida, donde no se les tiene que ocultar.

  • Por cierto, hablando de escuchar y de ancianos, ¿cómo recibisteis las opiniones sobre el matrimonio igualitario que hizo hace unos meses el papa Francisco?

Yo personalmente en estos temas no suelo movilizarme, ya que tampoco valoro a otras corrientes religiosas como el Islam, Judaismo, Budimos, etc… porque están en su papel y sus creencias son coherentes a sus principios ancestrales, basados en el patriarcado, la procreación como fin divino, sumisión de la mujer, verdades absolutas y un largo etc.

Pero ya que me lo preguntáis también tengo opinión y en su reciente exhortación apostólicas post-sinodal “Amoris laetitia” por el gozo hacia el amor… Según mi latín, se nota la ideología apostólica, católica y cristiana basada en los principios judeo-cristianos que se construyeron para dar respuesta a una situación histórica determinada y anclada en el tiempo, donde el odio, la muerte del enemigo son las bases de su ideario, que después en el Nuevo Testamento  se intenta cambiar, con Dios es Amor, pero sigue siendo su concepto anterior de amor. Sin grandes cambios porque la situación sociopolítica así lo necesitaba, empeorando en su historia, defendiendo las guerras, posicionándose ante la dominación, asesinando a personas contrarias a su visión del mundo y un largo etc, pero con un recorrido de muerte importante.

Se intenta modernizar y cambiar su trayectoria pero sin cambiar las bases, dentro de una sociedad actual donde la pena de muerte está en muchos países abolida, siendo curioso que la Ciudad del Vaticano todavía la tiene en sus textos normativos vigentes.

Que una Curia Vaticana opine lo que opina es lo coherente, porque pesan todavía las viejas ideas y no parece que se abran a corto plazo. Puede tener intenciones personales el papa Francisco, loables y aperturistas pero no nos olvidemos que tiene por encima de él un “espíritu santo” muy conservador y que maneja mucho dinero, negocios, poder que no están dispuestos a abandonar.

Es como pedir peras al olmo, como se suele decir, pero la esperanza es lo único que se pierde y también soy consciente que hay un movimiento cristiano del cambio que están trabajando otro modelo de cristianismo, comunidades de base que miran desde los primeros cristianos, más cercanos a lo comunitario, que la defensa de la propiedad privada y privilegios de la organización.

  • ¿En qué consiste el Programa Vivir CONtigo?

Uno de los grandes retos que debemos afrontar con las personas mayores LGTBI es la necesidad de una vivienda. Creemos firmemente que las personas mayores deben ejercer su derecho a una vida digna y autónoma durante el mayor tiempo posible, desde el apoyo en una vivienda propia, que bien puede ser un piso de vivienda compartida y acompañada. Teniendo siempre presente la necesidad del respeto a su autonomía.

La Fundación 26 de Diciembre, viene detectando, a través de la labor social que desarrolla con sus mayores, las situaciones de fragilidad respecto a la necesidad de acompañamiento social y residencial de estos, que ha hecho necesaria la puesta en marcha de distintas propuestas, entre las que se encuentras, los pisos de vivienda acompañada.

El objeto de este proyecto de vivienda acompañada, es la puesta en marcha de un proyecto residencial, cogestionado por las propias personas implicadas en el programa, preferentemente Mayores LGTBI, con posibilidades de desarrollo Intergeneracional, orientado a la protección, el apoyo y el acompañamiento de aquellas personas que llegado el momento de la vejez, se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad y riesgo de exclusión social. Se pretende pues, crear un espacio de convivencia, participación y desarrollo personal, para aquellas personas mayores, preferentemente LGTBI, que se encuentren privadas de vivienda o requieran un alojamiento compartido y acompañado de otras personas y un equipo de coordinación y supervisión del mismo.

Un proyecto pionero y único donde el valor de la diversidad y la solidaridad predomina, con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, pensado y organizado para mayores en situación de exclusión.

  • A pesar de las noticias que nos llegan desde Orlando, nos gusta creer que el futuro será mejor, más inclusivo, más digno y más humano ¿qué opináis?

Orlando nos ha venido a recordar que la LGTBIfobia está presente en algunos reductos de la sociedad, donde el odio es parte del ser humano y que tenemos que ser conscientes y trabajar para minimizarlo y/o controlarlo.

Tenemos que educar en diversidad, en respeto y en común, porque solo así podemos construir una sociedad más saludable. Pero esto necesita de presupuestos, proyectos, programas, leyes, reglamentos que traten en igualdad a todas las personas.

No nos podemos quedar  con lo negativo y el  pesimismo ya que está sociedad va cambiando y tiene su ritmo. Viene en mal momento porque están rebrotando discursos de odio y de insolidaridad, de individualismo, que si miramos a nuestra historia nos llevan y recuerdan a momentos de sin sentido que hemos vivido esta humanidad; guerras mundiales, tecnológicas y de destrucción masiva, donde el ser humano no cuenta para nada. Tenemos que poner en valor lo contrario y ser conscientes de esto. El cambio viene de la mano de la colaboración en la búsqueda de soluciones a los problemas, conflictos y del empoderamiento de la la sociedad en su conjunto para frenar estas situaciones desde nuevos valores.

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