Concha Aparicio: enfermera, jubilada, bloguera y abuelona

Concha tú eres enfermera. ¿Cuál es la razón por la que te interesaste por la Gerontología?

Mi ámbito profesional es la Salud Comunitaria; he trabajado en programas educativos con escolares, jóvenes, mujeres y población adulta en general. Al finalizar la diplomatura de Promoción y Educación para la Salud, tuve que presentar un trabajo fin de curso sobre personas mayores. Era la primera vez que me relacionaba con ellas en ese marco concreto y me sorprendió descubrir a personas dinámicas, participativas… con un perfil muy alejado de los estereotipos al uso sobre la vejez. Me interesé por la Gerontología y comencé a trabajar con mayores como grupo de edad con necesidades educativas muy definidas.

¿Cómo surgió la idea de explicar tu práctica profesional con mayores en una tesis doctoral?

A mi juicio, las personas mayores son quienes más valoran la Promoción y Educación para la Salud. Tienen mayor conciencia de la facilidad con que la salud se pierde o se deteriora y manifiestan actitudes muy favorables hacia su cuidado. El trabajo con mayores me resultó una experiencia profesional y personal profundamente grata. Quise plasmar esa vivencia en un trabajo académico y acabó convertido en una tesis doctoral titulada “Educación y envejecimiento activo. Una experiencia comunitaria”

¿Qué echas de menos de tu actividad profesional?

Sin duda, el trato directo con mayores. Son sumamente agradecidos: parece que les regalaras tu tiempo. Yo señalaba siempre su generosa disposición y les decía: ¡pero si es mi trabajo! Atribuyo su enorme reconocimiento a las escasas oportunidades educativas que tuvieron de niños. Crecieron en unas condiciones socioculturales y económicas muy desfavorables para el desarrollo educativo y eso les induce a acoger la práctica educativa con considerable interés. Los mayores son muy colaborativos cuando se les ofrece intervenciones de Educación para la Salud adaptadas a sus características específicas.

¿Cómo surge la idea de convertirte en bloguera?

Mi actividad en la web me mantiene de algún modo en contacto con quienes compartí mi última etapa profesional. Por supuesto, solo una pequeña parte de aquellas personas utiliza Internet; pero, en líneas generales, las considero mis destinatarios. Uno de los principales objetivos era transmitir una imagen positiva de la vejez e impulsar así un envejecimiento activo y eso, aunque de forma bien distinta, continúo haciéndolo a través de envejeceractivos.com

¿Qué es lo que más te divierte de esta nueva dedicación?

Sin duda, el grado de actividad mental que implica mantener al día mi portal sobre envejecimiento. Necesito información variada de noticias, investigaciones, sucesos o cuestiones interesantes relacionadas con las personas mayores. Es una actividad que, desde mi jubilación laboral, me permite a su vez mantener la mente ágil.

¿Qué vamos a encontrar en envejecer activos?

El portal se divide en diferentes apartados o secciones. Contiene asuntos relativos a las personas mayores actuales, tan distintas a las de generaciones previas; actividades de estimulación cognitiva que contribuyen a mejorar la memoria; contenidos de Educación para la Salud orientados al autocuidado; y una amplia galería de personajes con modelos de envejecimiento que, por poco habituales, merecen ponerse de manifiesto.

¿A qué personas populares tienes como inspiración para tu propio envejecimiento?

Me resulta complicado responder con nombres y apellidos. Son tantas y tan variadas que podría olvidarme injustamente de alguna. A nivel intelectual, admiro mucho a Rita Levi_Montalcini, una neurocientífica italiana. Falleció a los 103 años y, activa hasta el final, recomendaba encarecidamente utilizar el cerebro en la vejez; un órgano, afirmaba, que no solo no se desgasta por el uso, sino que se fortalece. Pero, al mismo tiempo, también me inspiran personas anónimas que envejecen activos sin que cumplir años les suponga una molesta carga.

¿De qué manera podemos envejecer de manera optimista y con sentido si estamos cansados de vivir?

El cansancio de vivir es un problema grave que no está relacionado necesariamente con los muchos años, sino con la ausencia de sentido y objetivos vitales. En cualquier caso, la alternativa es buscar a toda costa el modo de descubrirlos. La sociedad actual es sumamente compleja y no faltan problemas que complican el día a día. Pero, al mismo tiempo, ofrece oportunidades que en ningún otro momento histórico estuvieron al alcance de la mayoría de la población; al menos en países con un cierto grado de desarrollo socioeconómico. Se trata de encontrar aquello que mejor se adapta a las necesidades y preferencias de cada cual y, citando a Levi-Montalcini, ser capaz de hacer planes para el tiempo que nos resta; tanto si es un día, un mes o unos pocos años.

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