Marcos Bermejo – «A mi nadie me cede el asiento en el autobús»

Nos citamos en la casa de su hija. Marcos había bajado en su coche desde Santander, donde vive con su mujer, para pasar unos días con la familia de Madrid. Desde el inicio de la conversación sabía que estaba ante un ejemplo (uno de tantos) de envejecimiento pleno y positivo. Me invitó a sentarnos. Él eligió una silla y yo el sofá*.

A sus 87 goza de una salud envidiable y una memoria asombrosa. Ésta le permite recordar episodios de su niñez como este: «Yo creo que desde que nací quise ser deportista. A mi madre siempre le dije que quería ser boxeador o payaso y he tenido cualidades para las dos cosas. Yo llamaba la atención como cómico. Tuve un accidente que me querían cortar el brazo y aquello truncó mi vida. Desistí de trabajar en un circo».

De la misma manera, recuerda marcas, trofeos, combates, fechas y lugares como si no hubiesen pasado el tiempo por ellas. Vive con pasión y así cuenta su historia.

«Empecé siendo tornero fresador a los 15 años. Aprendí el oficio muy bien aprendido. Fui oficial, encargado y he sido dueño de la sociedad, donde me he jubilado. Trabajé en Madrid pero principalmente en Santander. Desde que me jubilé he hecho lo que realmente quiero hacer en la vida, deporte».

Su día comienza bien temprano con la tabla sueca, una rutina de ejercicios que lleva 73 años haciéndola. 

Trabaja todos los músculos del cuerpo. «Soy una persona muy inquieta (De su madre heredó el síndrome de las piernas inquietas) Me interesa todo, la lectura, la política… He recorrido España de punta a punta».

Muchos de los que se atrevieron a decirle: «Marcos, tú ahora a sopitas y buen vino», han muerto. “Todos tenemos que tener una ilusión. A mi me faltan años para hacer todo lo que yo quiero hacer. Esto es vida».

Con Merche forma un tándem. «Mi mujer me cuida mucho la alimentación porque yo soy muy riguroso». Reconoce sus defectos: «Peco en soberbia. Muy exigente conmigo mismo. Yo después de conseguir 27 medallas de campeón de España, no quiero arrastrarme para conseguir un bronce”.

El atletismo le enseñó a abrazar la derrota y las lesiones, la humildad del deportista.

Aún no sabe si estará en condiciones para Málaga 2018 pero mantiene la ilusión por enfrentarse a otro nuevo reto.

Reconoce que no conoce el secreto pero de la conversación extraemos las claves de su jovialidad:

  1. Dieta saludable – “Soy de mucha hortaliza y frutas. También de jugo de caballo».
  2. Ejercicio – «No importa el deporte que practiques pero no olvidemos ejercitar la memoria».
  3. Disciplina – «El cuerpo se acostumbra y él mismo te lo pide. Engancha».
  4. Amistades – “Toda la vida me he relacionado con gente más joven». «Soy tan popular que ya he optado por saludar a todo el mundo». «Siempre fui una persona muy abierta».
  5. Pensamiento positivo – «Una cosa que recomiendo es no hablar de enfermedades. El cerebro se lo cree (Quizá por ello, apenas visita al médico). Me fastidian los hipocondriacos. Yo tengo mis achaques “anormales”. «Rodéate de gente alegre y no detractora». «Si yo hubiese nacido en una familia más acomodada, no hubiese sido tan feliz porque todo lo que tengo lo he conseguido a pulso»
  6. Propósito – «Este mundo progresa por los inconformistas, los demás viven de las rentas».

El futuro le asusta. Nunca pensó en los hogares del jubilado para «ocupar» su tiempo y menos en las residencias de ancianos. “El día que me muevan de mi entorno, de mis trofeos (de bolos, ciclismo, boxeo, baile, cante… hasta de 11 inquietudes distintas) y me lleven a una residencia, me quitarán la vida. Esa vida no es para mi».

Está valorando escribir su vida para que sus nietos le conozcan mejor. Memorión ya hemos comprobado que tiene y sus días más de 24 horas. Así que… ¡Adelante, campeón! ?

¿Recuerdan que asiento elegimos cada uno?

*«Hay gente desgraciada por tirarse en el sofá. Cuando la gente en el sofá me dice que están casados, yo le digo que estáis cansado de no hacer nada. Esto es peligrosisimo. Un círculo vicioso. Se duerme mejor cuando uno está cansado”

Al final, como dice nuestro amigo «son los actos los que nos definen». ¡Me lo haré mirar! Lo prometo 😉

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