La dignidad no caduca

El valor de la dignidad inicia con el origen de la humanidad, sin embargo, el concepto de dignidad humana tiene su historia en la antigua Grecia. Con el paso del tiempo se ha consolidado el concepto aunado a la autonomía, independencia, igualdad jurídica, axiología, y finalmente con la consolidación de los Derechos Humanos constituyendo un eje modular en ámbitos políticos, éticos, morales y económicos. 

Con el reconocimiento del crecimiento demográfico, la dignidad humana debe seguir existiendo en sus funciones más allá del tiempo en el envejecimiento y vejez, sin perder su caducidad o valor. 

La expiración de la dignidad se muestra en la sociedad actual a través de los modos de actuar y pensar con la discriminación por edad y de una múltiple (dos o más factores de discriminación, por ejemplo; sexo o etnia). La señal de caducidad es la restricción del reconocimiento del goce en la igualdad jurídica y en las libertades fundamentales. En otras palabras, la lesión de la dignidad es la práctica social violatoria de los Derechos Humanos. 

Martínez (2011) recalca que la dignidad no posee caducidad al recalcar que todas las personas inherentemente por serlo independientemente de la situación económica, origen, genética, social, cultural, edad, o etapa de vida.

Retratos Centenarios en La Voz de Guanacaste (Costa Rica)

La mayor organización internacional, las Naciones Unidas desde sus estructuras son conscientes que la lucha por defender la dignidad humana de la población adulta mayor es interminable.

Por esta misma razón, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 con el lema “No dejar nadie atrás”, el recién plan estratégico de la Década del Envejecimiento Saludable (2020/2030) de la Organización Mundial de la Salud-OMS, entre otras políticas públicas en relación a los temas de vejez y envejecimiento promueven el eje y valor transversal que es la dignidad.

Asimismo, los Estados Miembros que han ratificado la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, y los Instrumentos Jurídicos vinculados al tema de Envejecimiento de acuerdo al ordenamiento jurídico de cada país tienen la responsabilidad de garantizar el cumplimiento efectivo de los Derechos a través de planes estratégicos, planes de acción y programas de Desarrollo Sostenible con el objetivo que las personas mayores disfruten del goce de igualdad de condiciones. La responsabilidad conlleva a las prioridades del Estado, la sociedad civil y las organizaciones de personas adultas mayores como agentes protagonistas en la incidencia y observancia de los Derechos Humanos. 

En lo que atañe a la atención profesional, el reconocimiento del perfil de la persona profesional en Gerontología con el abordaje hacia la población adulta mayor puede estar involucrados a través de la Atención Gerontológica Centrada en la persona desarrollado por Teresa Martínez (2011) que es un enfoque, metodología y modelo que visualiza a la persona mayor como merecedor de respeto, de igual consideración, valor y el reconocimiento de la dignidad. 

De igual manera, el eje central de las intervenciones que facilita que la persona mayor en su atención sea humanista, en su experiencia de la construcción de sentido y significado, en el desarrollo pleno y sobretodo en su interés por centrarse en la persona. 

Finalmente, de acuerdo a Muñoz-Pogossian & Barrantes (2016) en la Serie de Publicaciones sobre Desarrollo e Inclusión Social, Equidad e Inclusión Social: Superando desigualdades hacia sociedades más inclusivas” de la Organización de los Estados Americanos señala que la cohesión social, equidad, igualdad e inclusión social son principios que dignifica a la persona mayor, procurando el bienestar de las personas mayores, combatiendo la exclusión, promueve las oportunidades sociales y defiende el acceso igualitario a las oportunidades.

Rebeca Ramírez Corrales, Gerontóloga y Psicóloga. Gestora del Programa Envejeciendo Activamente en mi Comunidad en la Asociación Gerontológica Costarricense (AGECO), Perito Forense en el Poder Judicial, Docente Universitaria y miembro de la Subcomisión para el Acceso a la Justicia de las Personas Adultas Mayores del Poder Judicial de Costa Rica.

Entrevista a los autores del libro «Acompañar en Duelo», Manuel Nevado y José González