Al igual que el encanto de los niños y la belleza de los adolescentes, las personas mayores tienen algo especial que la fotografía adora. ¿Y qué es lo que en realidad les arrebata a los y las fotógrafas? Sus historias. Ellos, sin duda acumulan vivencias únicas de las que sus rostros son fieles testigos. Sus ojos brillantes, sus manchas en la piel y arrugas son expresiones genuinas que son oro puro para los amantes de la fotografía.
Sin embargo y a menudo, nos encontramos ejemplos de imágenes que con buena voluntad pero poca profesionalidad capturan retratos con una mirada compasiva y paternalista hacia ellos. Por ello y con un objetivo instructivo, hemos elaborado un documento que puedes descargar para tu uso, más abajo.
Los profesionales debemos huir de los tópicos del abuelo solitario o del abrazo forzado pero del mismo modo, aplaudir la coquetería con que hombres y mujeres quieren dejar evidencia (para la posteridad también) de su mejor versión.
Si no quieres violentar su intimidad, despreciar su dignidad o que como en tantas ocasiones comprobamos, tus fotos (y sus fotos) no huelan a pis, aquí te ofrecemos unos sencillos consejos para evitarlo:
Consejos para fotografiar a personas mayores
Tras tomar nota de estas sugerencias y habiendo puesto todo el cariño para sacar lo mejor de ellos, se generoso e imprímeles varias copias que puedan regalar a sus amigos y familiares u observar ellos mismos, con orgullo en el recibidor de sus casas. El mejor legado para las generaciones venideras. Su memoria, su honor y sus enseñanzas capturadas para siempre.