Soy Voluntario Cultural con CEATE

No es fácil hablar de uno mismo pues en mi caso me considero una persona comedida, reservada, discreta, sin fácil palabra.- Ello, en diferentes momentos crea situaciones tanto de alegrías como de  pesares.

Este muchachito de Valladolid de 74 años en diciembre/2018, se movió siempre bien como estudiante en el área de humanidades (dibujo, historia, …) Quizá por ello se introdujo como auxiliar de academia mientras se preparaba para ser un discreto delineante que tuvo luego la suerte de trabajar en la oficina de Carlos Fernández Casado, uno de los mejores ingenieros de caminos del mundo.

Un día de hace 24 años en la casa materna vi un folleto sobre voluntarios culturales y quedó ello en mi mente como una buena idea para cuando me jubilase.

Así que en Febrero de 2009 me apunté al curso de CEATE. Y tomé esta decisión de tipo cultural, por cambiar de estilo, pues hasta hacía poco tiempo, estuve unos diez años como auxiliar de geriatría.

En CEATE he notado esa marca de línea cultural que me ha dado y me da muchas satisfacciones. Me siento parte de la divulgación de la Cultura y  eso crea en mi bienestar, estoy activo, todos los días hay siempre algo que hacer, consultar en libros de la biblioteca, leo,  hago fotografías,  repasar apuntes, o ampliar datos, aunque sea algo tan sutil, que da paso a un simple chispa, como cuando digo que el escultor Adolfo Areizaga, por su estatura, le llamaban  Adolfo “txiki”.

Colaboro y  regalo mi tiempo responsablemente, por ejemplo atendiendo una visita de grupo, y  a la vez, sin pretenderlo, en esa hora que dedico, las personas se aíslan de las preocupaciones o problemas cotidianos que nos rodean, familiares o no.

Como digo, todo ello me hace sentir bien. ¿Cómo de bien?, pues tranquilo, entusiasmado, regalado a mi mismo en mi interior. O me siento agradecido como cuando alguien me pasa un apunte o fotocopia.

Casas Palacio nació a finales del año 2008 en el edificio Centro Cultural de los Ejércitos, en Gran Via 13.

En Febrero de 2009 tras el curso me incorporé al Museo de Aeronáutica y  luego al susodicho edificio de Gran Via., siendo su coordinadora Isabel Rossi, quien sugirió un año después incorporar el rehabilitado edificio de Eloy Gonzalo  3.

Tras el desmembramiento del Museo de la Ciudad, (qué pena tratar así de mal, con este cierre a la Cultura), este grupo, fue uno más de los que en Madrid acogió a gente maravillosa, que traían en su haber mucha ilusión y saber cultural.

Por ello, tras un lunes 16 de junio de 2014, nuestra compañera Rosa Montes, propuso que nuestro grupo nos llamásemos en adelante, “Casas Palacio Iglesias y Jardines” que define en sí nuestra tarea.

Todo esto es como un regalo que nos ofrece la vida y que remedia los momentos de melancolía o desánimo por diferentes circunstancias.

Me irrita ver en los anuncios, noticias, y otros medios, la imagen de unos mayores, que siempre salen jugando a las cartas… Me parece estupendo ejercitar también así la mente, pero se podría cambiar la imagen, por unos voluntarios de cualquier tipo, y en este caso, en lo que nos ocupamos los voluntarios culturales de este país que estamos colaborando en diferentes espacios y museos.

Por ello reivindico, que se nos llame “voluntarios culturales mayores” y así  se podrá  incorporar al eco de la sociedad que seguimos siendo personas con entusiasmo y activas.

Es un buen regalo que en estos momentos nos da y me da la vida.

Y podría cantar aquello de Violeta Parra, pues esa poesía encierra para mí, un gran significado y el contexto de lo comentado:

 “Gracias a la vida, que me ha dado tanto, 

Me dio dos luceros que cuando los abro

Perfecto distingo lo negro del blanco,

Y en alto cielo su fondo estrellado

Y en las multitudes al hombre que yo amo.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,

Me ha dado el cielo que en todo su ancho

Graba noche y día  grillos y canarios,

Martillos, turbinas, ladridos, chubascos

Y la voz tan tenue de mi bien amado.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,

Me ha dado el sonido y el abecedario

Con las palabras que pienso y declaro,

Madre, amigo, hermano y luz alumbrando

La vida del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,

Me ha dado la marcha de mis pies cansados,

Con ellos anduve ciudades y charcos

Playa y desiertos, montañas y llanos

Y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto,

Me dio el corazón que agita tu mano

Cuando miro el fruto del cerebro humano,

Cuando miro el bueno tan lejos del malo,

Cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,

Me ha dado la risa y me ha dado el llanto,

Así distingo dicha de quebranto,

Los dos materiales que forman mi canto

Y el canto de todos que es mi propio canto.”

 

Firma: Carlos Liedo Aguado. Voluntario Cultural Mayor. Programa CEATE.

José Luis Jordana, CEATE y las 7 P´s