¿Es hora de dejar de conducir? Te damos las claves para saberlo.

A sus 78 años, Sheila se considera una buena conductora y quiere seguir así. Pero últimamente ha estado involucrada en varios accidentes menores. Sheila se pregunta cómo puede seguir conduciendo de manera segura. ¿Le ayudarías a participar en una clase para conductores mayores?

Quizá te has hecho esta misma pregunta, o tal vez algún familiar o amigo te ha preguntado sobre tu forma de conducir. El envejecimiento no te convierte en un mal conductor, pero debes saber que con el tiempo, hay cambios que pueden afectar a tu habilidad para conducir.

Tu cuerpo
Al envejecer, tus articulaciones pueden ponerse rígidas  y tus músculos pueden debilitarse. Esto puede hacer más difícil girar la cabeza para ver hacia atrás, girar el volante de forma rápida o frenar de manera segura.

Lo que puedes hacer:

Consulta a tu médico si piensas que el dolor o la rigidez en sus articulaciones y músculos interfieren con tu habilidad para conducir.
Si es posible, conduce un vehículo con marchas automáticas, dirección hidráulica, frenos con asistencia electrónica y espejos laterales grandes.
Permanece físicamente activo o haz ejercicio para mantener o hasta mejorar tu fuerza y flexibilidad.

Tu visión
Tu visión puede cambiar a medida que vas envejeciendo. Por las noches, puede ser difícil para ti ver las cosas con claridad. Los resplandores o reflejos luminosos – de luces de otros coches, las farolas en las calles o de la luz solar también pueden ser problemáticos. Puede ser más difícil ver a las personas, objetos y movimientos fuera de tu línea directa de visión. Puede tomarte más tiempo leer las señales de circulación o los letreros de las calles e incluso reconocer lugares conocidos. Las enfermedades de los ojos como el glaucoma, cataratas y degeneración macular, así como algunos medicamentos, también pueden afectar a tu visión.

Lo que puedes hacer:

Programa una cita para revisar tu visión cada 2 a 4 años si tienes de 40 a 64 años de edad y cada 1 a 2 años si tienes 65 años o más. Esta es una recomendación de la Academia Americana de Oftalmología. Hay muchos problemas de la visión que tu médico puede tratar.
Habla con tu médico oculista si no ves lo suficientemente bien para conducir a causa de una catarata. Es posible que necesites cirugía.
Si necesitas gafas para ver de lejos mientras conduces, asegúrese de que tu graduación sea correcta y utilízalas siempre para conducir.
Procura no conducir de noche si no ves bien en la oscuridad.

Tu audición
Tu habilidad para oír puede cambiar, haciendo más difícil notar las bocinas de otros coches, sirenas o ruidos de tu propio vehículo. Esto puede ser un problema porque estos sonidos te alertan sobre cuándo debes salir del camino o quitarte del paso. Es importante que puedas escucharlos.

Lo que puedes hacer:

Pide una cita para que te revisen la audición. Se recomienda una revisión cada 3 años después de pasar los 50 años. Tu médico puede tratar algunos problemas de la audición.
Si utilizas audífonos no olvides llevarlos cuando conduzcas.
Procura mantener el interior de tu vehículo lo más silencioso posible mientras conduces.
Pon atención a las luces de alerta de tu coche. Éstas pueden avisarte cuando hay algún problema.

Tus reflejos
Para conducir de manera segura, debes poder reaccionar rápidamente a lo que hacen los otros coches y las personas en las calles y carreteras. Necesitas poder tomar decisiones y recordar qué debes hacer. Poder tomar decisiones rápidas mientras conduces es importante para lograr evitar accidentes y permanecer seguro. Cambios a lo largo del tiempo pueden afectar a la rapidez con que reaccionas. Puedes notar que tus reflejos se vuelven más lentos. Las articulaciones rígidas o los músculos debilitados pueden dificultar tu habilidad para moverte de forma rápida. Tu habilidad para mantenerte atento puede reducirse o puede ser más complejo poder hacer dos cosas al mismo tiempo.

Lo que puedes hacer:

Aumenta la distancia entre tu coche y el de delante.
Comienza a frenar pronto cuando necesites detenerte.
Cuando sea posible, evita las calles con mucho tráfico.
Si es necesario conducir en las autopistas de rápida circulación, conduce en el carril derecho. El tráfico es más lento ahí y esto puede darte más tiempo para tomar decisiones seguras al conducir.
Pon atención a los cambios en tu cuerpo y mente y habla con tu médico sobre cualquier preocupación.

Tu salud
Algunos problemas de salud pueden hacer que conducir un coche de manera segura sea más difícil para personas de cualquier edad. Sin embargo, otras condiciones de salud que son más comunes a medida que una persona va envejeciendo también dificultan la conducción segura de un coche. Por ejemplo, la enfermedad de Parkinson, los derrames cerebrales y la artritis pueden interferir con tu habilidad para conducir. Puede ser que en un momento dado, una persona con problemas de salud sienta que ya no es un buen conductor y pueda tomar la decisión de dejar de conducir.

Personas con padecimientos tales como la enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia pueden olvidar cómo conducir de manera segura. También pueden olvidar cómo encontrar un lugar conocido como el supermercado o incluso su hogar. En las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer, algunas personas pueden seguir conduciendo de manera segura durante algún tiempo. Sin embargo, cuando la memoria y la capacidad de tomar decisiones se van reduciendo, la forma de conducir se verá afectada. Quien padece demencia, es posible que no se dé cuenta que está teniendo problemas al conducir. Sus familiares y amistades pueden decirle lo que piensan sobre su forma de conducir y un médico puede ayudarle a decidir si es prudente seguir conduciendo.

Lo que puedes hacer:

Dile a un miembro de la familia o a tu médico si sientes confusión mientras conduces.

Tus medicamentos
¿Tomas medicamentos que te producen sueño, mareos o hacen que te sientas menos alerta de lo normal? Los medicamentos pueden tener efectos secundarios. Las personas tienden a tomar más medicamentos a medida que envejecen, así que pon atención a la manera en que estos medicamentos pueden estar afectando a tu forma de conducir.

Lo que puedes hacer:

Lee las etiquetas de los medicamentos cuidadosamente y pon atención a cualquier advertencia.
Haz una lista de los medicamentos que tomas y habla con tu médico o farmacólogo sobre cómo pueden estar afectando a tu forma de conducir.
No conduzcas si sientes mareo o sueño.

¿Eres un conductor seguro?
Quizá ya seas consciente de que para ties un problema conducir un coche, en las autopistas o ante el mal tiempo. Los conductores mayores también pueden tener problemas a la hora de ceder el paso, girar (sobre todo a la izquierda), cambiar de carril, pasar y utilizar túneles en las autopistas.

Lo que puedes hacer:

Si tienes dudas sobre el clima, no salgas. La lluvia o la nieve pueden hacer que cualquier persona tenga dificultades para conducir. Espera a que el clima se despeje o aún mejor, utiliza los autobuses, taxis u otro servicio de transporte disponible en tu comunidad.
Busca diferentes rutas que puedan ayudarte a evitar lugares donde conducir puede ser un problema. Los giros a la izquierda pueden ser bastante peligrosos porque debe poner atención a muchas cosas a la misma vez. Podrías planear rutas a tu destino en las que solamente sea necesario girar a la derecha.
Lleva tu habilidad de conducir a examen. Hay programas para conductores y clínicas que pueden examinar tu forma de conducir y también sugerir maneras de mejorar tu habilidad para conducir.

¿Es hora de dejar de conducir?
Todos envejecemos de manera distinta. Por esta razón, no hay una forma de determinar una sola edad cuando todos deben dejar de conducir. ¿Cómo saber entonces si debes dejar de conducir? Para ayudarte a decidir, pregúntate lo siguiente:

¿Otros conductores me tocan la bocina frecuentemente?
¿He tenido algunos accidentes, aunque hayan sido muy leves?
¿Me pierdo, aún en los caminos que conozco?
¿Parece que personas caminando u otros autos aparecen de la nada?
¿Mis familiares, mis amigos o mi médico me han dicho que están preocupados por mi forma de conducir?
¿Estoy conduciendo menos estos días porque no estoy tan seguro de mi forma de conducir como lo estaba antes?
¿Me cuesta trabajo permanecer en mi carril?
¿Me cuesta trabajo mover el pie entre el acelerador y el freno, o confundo los dos pedales?

Si has contestado sí a cualquiera de estas preguntas, puede ser que sea hora de pensar si sigues siendo un conductor seguro.

FuenteNational Institutes of Health (NIH)