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Edurne Trancho, de MasterChef5: “La edad solo importa si eres un queso o un vino”

Vital, alegre, dinámica y con mucha chispa, así es Edurne Trancho, la tolosarra que nos ha conquistado en el «talent show» de TVE MasterChef5. Su paso por el programa le ha llevado de los platos de cuchara de toda la vida a dominar las técnicas de alta cocina como el nitrógeno líquido o  el sifón. Al preguntarle por las esferificaciones, nos comenta divertida y bromeando: «Esas bolas eran un coñazo, pero a mis hijos se las tendré que hacer porque no dejan de darme la tabarra».

Edurne, a sus 65 años ha cautivado al personal y su cocina no ha pasado desapercibida entre  grandes cocineros como Martin Berasategui, que eligió su plato de ceviche como el mejor de entre todos los participantes. Gracias por tu amabilidad y por compartir tu paso por el programa con los lectores de Qmayor ?

¿Cómo surgió la idea de presentarte al Casting de MasterChef5?

Pues fue mi nuera y mis hijos que me metieron en esta emboscada. Yo no quería ir pero insistieron y como mis dos hijos también fueron seleccionados, pues fuimos los tres y así fui pasando el casting hasta llegar al final.

¿Qué platos te llevan a la memoria de tus antepasados?

Los de cuchara y el pescado. Entre los de cuchara destacar los cocidos, alubias y las lentejas, a mi madre le salían muy bien. Los pescados en salsa, el rape, la merluza, los txipirones en su tinta, los caracoles, cangrejos, callos… la comida de toda la vida.

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción de la participación en MasterChef5?

Pues el haber conocido a chefs de renombre mundial, que nos han dado clases. También el haber conocido a los concursantes, nos hemos llevado muy bien todos. Y luego está la satisfacción personal, ha sido un reto para mi el estar tiempo separada de mi familia.

¿Con qué recetas conquistas a tu familia?

Pues mi familia y amigos se vuelven locos con casi todo lo que hago ¡jajaja! Pero especiales son mis menestras de temporada con producto fresco, también las alcachofas en todas sus elaboraciones me salen exquisitas, las kokotxas me salen de cine, los asados… La verdad que en general lo que me echen lo llevo a cabo bien, para mí cocinar es una pasión y me relaja.

De la cocina tradicional al nitrógeno líquido… ¿Qué es lo que más te ha costado en las cocinas de MasterChef5?

De la tradicional nada difícil, todo me ha parecido sencillo excepto el tiempo de cocinado. La cocina necesita mimo y tiempo para que salga bien, y ahí ibas con el culo pelado ¡jajaja! De la moderna, el sifón y el nitrógeno totalmente controlado. Lo peor las esferificaciones, las bolas esas eran un coñazo, ¡pero bueno en casa con mi marido eso cómo no lo voy a hacer!. Tampoco me come la cabeza, a mis hijos se lo tendré que hacer porque no dejan de darme la tabarra.

¿Cuáles son los ingredientes esenciales para «ponerle sabor a la vida”?

Para poner sabor a la vida hay que ser tal cual eres. Sencillez, alegría, tomarse las cosas con humor y positividad, si tienes un problema te lo echas a la espalda y a arrear. Todo se soluciona menos la muerte. También hay que ser honesta e intentar ser feliz, esa es la sal de la vida.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje de esta experiencia?

Pues la verdad que yo al ser una persona muy nerviosa y movida he tenido que tener más paciencia, con todos los de alrededor, que el santo Job ¡jajaja!. No sé cómo lo he hecho pero he tenido que tener muchííísiiima paciencia, porque a más de uno le hubiese dado con la sarten en la cabeza ¡jajaja!. Pero puedo afirmar que ha sido una convivencia tranquila.

Tengo una edad pero no soy una «señora mayor» soy muy vital, alegre, dinámica y con mucha chispa.

Durante el programa todos los concursantes de MasterChef conviven bajo el mismo techo. ¿Cómo ha sido la convivencia en un grupo tan dispar como los miembros de esta edición? ¿Has tenido tus preferidos?

He tenido mis preferidos, como mi hijita Silene, que ha sido mi calma y mi paz ahí dentro y me daba sosiego. Con las chicas en general con todas muy bien y con los chicos igual, con nuestros más y nuestros menos como en todas las casas pero todo en paz y armonía. Ha sido una convivencia muy tranquila la verdad.

¿Crees que tu edad ha influido “para bien o para mal” a lo largo del programa? ¿Has sentido en algún momento un trato diferente por ser la veterana del grupo?

Yo creo que no ha habido ningún trato especial lo unico que os puedo decir es que me han querido todos con locura, desde los cámaras, los cocineros, las de la limpieza, mis compañeros, las del catering, yo pienso que me han respetado mucho. Tengo una edad pero no soy una «señora mayor» soy muy vital, alegre, dinámica y con mucha chispa. Si tú eres respetuoso con todo el mundo, creo que te respetan y yo he tratado bien a la gente. He sido natural, como soy yo sin dobleces para lo bueno y para lo malo. Les he dado yo más energía a ellos que ellos a mí.

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